La editorial onubense Pábilo publica la primera obra en solitario de este autor zaragozano que irrumpe con un magistral retrato de lo cotidiano

“Esta es la novela de un personaje sin nombre. Un hombre más entre la muchedumbre. Un hombre espectral. Un fantasma de carne y hueso. Un hombre que hubiera pasado desapercibido si no hubiera sido escrito. Un soñador que sufre de realidad. Alguien que solo existe para las pocas personas con las que se relaciona. Un inadaptado para la sociedad, pero de una clarividencia exquisita para ver la vida fantasiosa propia y de los demás. Un hombre que intenta construir su realidad para que cada día se parezca más a la que los demás ven. Un Quijote en un Madrid del siglo XXI, donde los molinos le sirven de cobijo y los gigantes los salta con sus pensamientos dispersos, pero que sabe hacia dónde se dirigen: un horizonte utópico y, por tanto, feliz”. Es la sinopsis de ‘La luz apagada’, la primera obra en solitario de Manu Gálvez, autor zaragozano afincado en Madrid que irrumpe con maestría en el mundo literario de la mano de Pábilo Editorial y lo hace gracias a su brillantez narrativa.

Así, a lo largo de sus 194 páginas, Gálvez consigue elaborar un magistral retrato de lo cotidiano de un personaje obsesivo que camina sobre un alambre tan real como imaginado. Con el potente hilo conductor de la vida del protagonista en el diciembre contemporáneo de las calles de Madrid, el autor logra que el lector casi se convierta en un personaje más de la novela, teniendo que discernir en muchas ocasiones si lo que cuenta es real o solo forma parte de su universo imaginario.

Igualmente, Manu Gálvez escenifica una muy meritoria construcción de personajes secundarios que son fundamentales para el proceso introspectivo del protagonista, unos secundarios imprescindibles en la trama, personajes normales de una ciudad normal en un entorno normal de una sociedad normal (con lo bueno y lo malo de lo normal).

‘La luz apagada’, que está prologada por el exfutbolista y escritor onubense Miguel Pardeza, nace además muy bien respaldada por críticos especializados. Así, el escritor y articulista Diego Medrano considera que “Manu Gálvez elige el camino luminoso, ese por el cual, en fugitivos estados de tránsito urbanos, ocia la mente y piensa el cuerpo. Así solo por instinto colorea Madrid, eterniza su deseo y juega con el lenguaje donde la vida arrastrada también quiere ser a ratos heroica”. Por su parte, el también escritor y articulista Enrique Rey dice esto sobre la ópera prima de Manu Gálvez: “La luz apagada es de todos los que han vivido dominados por la rabia y la desilusión. La novela ilumina un Madrid invernal de hallazgos estilísticos y precisión geográfica. El mismo por el que todavía pasea Francisco Umbral recién llegado la víspera de Nochebuena”. Y José F. Peláez, columnista y escritor, define así al autor: “Gálvez es un yonqui de la palabra y La luz apagada es una sobredosis de belleza sin fin. Solo que, cuando eso pasa, queda lo más importante: el estilo, que ya se te ha pegado y es tuyo. Y de ahí sí que no hay vuelta atrás”.

‘La luz apagada’, que cuenta además con una espectacular portada obra de la ilustradora Clara Romeo Pasamar, sale a la venta este viernes 2 de diciembre y estará disponible en librerías de toda España, en la plataforma Todos tus libros y en la web de Pábilo Editorial.

Por último, cabe destacar que ‘La luz apagada’ es el quinto libro que nace amparado por ProLeo, Programa Municipal de Promoción de los Libros de las Editoriales Onubenses, impulsado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Huelva y con el que se busca aumentar la visibilidad tanto de los autores y autoras que publiquen con Pábilo Editorial y Editorial Niebla como de sus libros a través de acciones como ayudas a la producción o diferentes campañas de promoción.

Sobre Manu Gálvez   

Manuel Gálvez Giral nace en Zaragoza, aunque muy poco después se desplaza a Madrid con sus padres, siendo la ciudad donde vive desde entonces. Podríamos decir que es un mañileño, un maño de Madrid que desde muy pequeño tuvo interés por la lectura, lo que le llevó al paso natural de la escritura. Su interés pasa a ser más serio cuando se fija en el articulismo periodístico con toques literarios como lo hacían Francisco Umbral o José Luis Alvite, sus dos máximos referentes. Sus primeros textos los cuelga en las redes sociales y allí conoce a gente que le ayuda a poder publicarlos en medios digitales como El Imparcial, El gol del Cierzo, The Citizen o El Libre, entre otros. En dichos artículos escribe sobre cualquier temática, ya sea política, social, deportiva o cultural. También escribe sobre música independiente en 8como80 y Segundo Premio. Colaboró también escribiendo en dos antologías de escritores aragoneses del siglo 21 cuyo título es Enjambre (Editorial Comuniter). Y lo último, antes de la novela ‘La luz apagada’, fue escribir un relato para el libro Historias de Malasaña de la editorial Bala Perdida.