Las voces masculinas acompañadas de guitarras, laudes, violines y esquilas volverán a resonar en la madrugada

Como viene siendo tradición por estas fechas, Zalamea la Real y sus calles se preparan para acoger una de las tradiciones más ancestrales del municipio. El Rosario, que desde 1605 cada madrugada del sábado al domingo del mes de octubre, un grupo de voces masculinas acompañadas de guitarras, laudes, violines y esquila recorren las calles y plazas de localidad, entonando coplas dedicadas a la Virgen María en su advocación del Rosario.

El 17 de abril de 1605 tuvo lugar en Zalamea la fundación de la Cofradía del Rosario por Francisco Hurtado, dominico, con licencia de fray Juan Chacón, prior del convento de Santo Domingo de Aracena, de fecha 12 de septiembre de 1604, para la que se señaló en el templo parroquial un altar en el que se colocó una imagen de Nuestra Señora del Rosario. Su culto arraigó en el pueblo y alcanzó cierta resonancia extendiéndose a algunas de sus aldeas que se independizaron luego.

La fiesta en honor de la Virgen del Rosario, el 7 de octubre, con el recuerdo de la batalla de Lepanto, revestía una gran solemnidad: había fuegos, misa, sermón y procesión. La festividad se innominó de «Nuestra Señora de la Victoria» cuando la instituyó San Pío V en 1572; con Gregorio XIII acabó con su denominación actual: Nuestra Señora del Rosario…”

El Rosario es una de las tradiciones religiosas más ricas del municipio. Asociado a su culto se formó, probablemente propiciado desde la misma cofradía, un grupo de campanilleros que recorría las calles del pueblo cantando canciones dedicadas a María, Madre de Jesús.