Tras dos años sin programa por la pandemia, los pequeños se encuentran ya con sus familias de acogida
Tras dos años de ausencia debido a la pandemia, hoy han llegado a la provincia de Huelva los niños y niñas de los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) que pasarán el verano en tierras onubenses. Este año son 75 menores que disfrutarán de unas ‘Vacaciones en Paz’, gracias a la colaboración de la Diputación de Huelva con la Federación de Asociaciones Solidarias con el Sahara, así como a la solidaridad de las familias de acogida repartidas por toda la provincia, sin la que este proyecto no sería posible. A su llegada al Estadio Iberoamericano Emilio Martín han sido recibidos por las familias de acogida, viviéndose momentos de nervios y emoción ante un encuentro tan esperado.
Según ha explicado el diputado de Cooperación Internacional, Salvador Gómez, durante su estancia en la provincia de Huelva, que se prolongará, hasta principios de septiembre “estos pequeños recibirán una atención y alimentación a la que difícilmente tienen acceso durante estos duros meses de verano en pleno desierto. También tendrán revisiones médicas, actividades de ocio y sobre todo y algo que es fundamental, el cariño de las familias de acogida. Todo ello hará que estos niños y niñas, que además es la primera vez que vienen a nuestra provincia, pasen un verano inolvidable”. El diputado ha subrayado el carácter solidario de la población onubenses acogen a estos pequeños y que hacen se sientan parte de sus familias.
La coordinadora del proyecto en la provincia, Guadalupe Camacho, ha explicado que, como novedad, todos los niños y niñas de esta edición del programa vendrán por primera vez -a excepción de quienes tiene alguna discapacidad o enfermedad- y son nacidos en 2014: “aunque muchos niños repetidores se han quedado fuera, queremos dar una oportunidad a los de ocho años, que nunca han venido”.
El presidente Federación de Asociaciones Solidarias con el Sáhara de Huelva, Luis Cruz, ha subrayado que en los campamentos se vive una “situación muy difícil” y que “estos niños son los embajadores de su pueblo y de su causa y nos traen en sus mochilas un mensaje de libertad, de paz y de esperanza”. Según añade, su llegada ha provocado todo un sentimiento de solidaridad hacia el pueblo saharaui en toda España por parte de cientos y cientos de familias”.
La Diputación de Huelva, a través de su Servicio de Cooperación Internacional lleva mas de veinte años contribuyendo tanto a este programa humanitario como al complementario ‘Caravana por la Paz’, gracias al cual toneladas de alimentos no perecederos, medicamentos y medicinas se envían cada año a los campamentos de Tindouf (Argelia), para paliar la situación de deficiencia alimentaria de las familias refugiadas.
De ambos proyectos, el más importante es del de ‘Vacaciones en Paz’, ya gracias a él miles de saharauis menores de 12 años han sido acogidos por familias de la provincia de Huelva. Por incidencia de la pandemia COVOD-19, este programa no se pudo poner en marcha durante los dos últimos veranos pero, con la normalización de la situación sanitaria, el programa vuelve con la ilusión renovada tras dos años de ausencia.
El apoyo se gestiona mediante un convenio de colaboración por un importe de 35.000 euros. La mayor parte de esa financiación se destinará por parte de la Federación al pago de los gastos generados por la llegada de las niñas y niños a nuestra provincia.
La acogida por parte de familias onubenses de los niños y niñas saharauis en los distintos municipios de la provincia de Huelva tiene como objetivo primordial sacar a los pequeños del desierto, donde en verano se superan los 55 grados de temperatura y no hay medios para combatir esas condiciones extremas. Los pequeños disfrutan del verano y de todas las actividades que se celebran en nuestros pueblos, pero sobre todo reciben el cariño de las familias, en las que conviven como un miembro más durante los dos meses.
Los refugiados saharauis subsisten desde hace más de 30 años en campamentos que se ubicaron de manera provisional en la región de Tindouf, en el desierto del Sahara, a la espera de que se solucione el de forma definitiva el conflicto que los enfrenta con Marruecos y poder volver al Sahara Occidental.