Numerosos vecinos y visitantes disfrutan de más de una treintena de espectáculos y citas culturales simultáneas durante cinco horas ininterrumpidas, en once escenarios distintos

La cultura inundó de nuevo el centro de Cartaya y sus edificios históricos y espacios públicos en la séptima Noche en Blanco que acoge la localidad, y que volvió con una oferta renovada que convirtió al municipio en un escaparate del patrimonio cultural de la provincia de Huelva.

Así lo valoró la alcaldesa, Pepa González Bayo, que, acompañada por la presidenta de la Diputación Provincial, María Eugenia Limón, por la concejala de Cultura, María Dolores Carro y por su Equipo de Gobierno, abrió la importante cita cultural con “un merecido homenaje a la familia de maestros tamborileros ‘Los Pollos’, una asignatura pendiente que tenía Cartaya con esta saga de artistas a la que hoy ponemos en valor para que las nuevas generaciones de cartayeros y cartayeras no olviden su legado, que trasciende el ámbito de nuestra provincia y de nuestra comunidad autónoma”. En su memoria los representantes públicos descubrieron, acompañados de los hijos y nietos de José González Cano y de sus hijos José y Juan González Pérez, un azulejo en la Placita Chica que desde hoy recuerda su “inestimable contribución a la difusión y promoción del patrimonio cultural onubense”.

Fue uno de los momentos más emotivos de una cita que tras un parón de dos años, volvió renovada. Por primera vez giró en torno a una temática concreta que fue el hilo conductor de los más de cincuenta pases de espectáculos y actividades culturales que se fueron sucediendo de forma vertiginosa desde las nueve de la tarde hasta pasadas las dos de la madrugada.

Fue una noche intensa en la que convivieron, en apenas unos metros, multitud de manifestaciones y disciplinas artísticas. Tuvieron gran protagonismo las danzas tradicionales del Andévalo, con danzantes recorriendo de forma continua cada una de las calles del centro y mostrando la singularidad de cada una de ellas:  la de Las Flores, de Sanlúcar de Guadiana; la de Los Cirochos, de El Almendro y Villanueva de los Castillejos; la de Las Espadas, de La Puebla de Guzmán; y la de Los Palos, de Villablanca.

Y todo ello a sólo unos metros del espectáculo de cante flamenco de la compañía de Jeromo Segura; de una de las Noches del Camino que revivió en el teatro el antiguo Coro de la Hermandad de Emigrantes; o del concierto de gaita y el tamboril de la compañía Antonio de Huelva,… No faltaron las castañuelas, con una masterclass a cargo de la compañía Kety Méndez, ni  el baile flamenco de las academias de Charo Angulo y María Teresa. Tampoco los fandangos ni las canciones tradicionales del folclore onubense, a cargo del Coro de Voces Rubato, del Ateneo Musical Cartayero; o la palabra alosnera cantada, de la compañía Vive Alosno, cuyos integrantes ofrecieron una conferencia ilustrada del fandango. Y todo ello, bajo la atenta mirada de las cigüeñas de la torre de la Casa de la Cultura, o las de la torre de la Iglesia, testigos privilegiados de cuanto sucedía en la próxima Azotea del Ayuntamiento, o al pie del naranjo del patio de la Iglesia de San Pedro, espacios cerrados al público que se abrieron para ser invadidos por la cultura en esta noche tan especial.

De ella el Ayuntamiento, organizador de la iniciativa, hace hoy un balance “tremendamente positivo, por la importante afluencia de público,  porque se convirtió en el mejor escaparate de nuestro patrimonio histórico y cultural, y porque nos ha permitido poner en valor la oferta cultural cartayera como elemento fundamental para enriquecer nuestra oferta turística y para crear economía y generar empleo”.

La alcaldesa ha destacado la participación de más de 200 artistas, “la colaboración de los vecinos cartayeros, entre historiadores, tamborileros y aficionados a este mundo que han hecho posible esta VII Noche en Blanco”, a los que se entregó una placa conmemorativa de agradecimiento, así como “al área de Cultura, que dirige María Dolores Carro, por el excepcional trabajo realizado para que cartayeros y visitantes hayan podido disfrutar de esta auténtica fiesta cultural”.