54 enfermeras infantiles se suman a la plantilla en la provincia

Los centros de salud de las localidades de Cartaya, Palos de la Frontera y Almonte, dependientes de los Distritos Sanitarios de Atención Primaria Huelva-Costa y Condado-Campiña, han incorporado nuevos cupos de Medicina y Enfermería de Familia.

En concreto, en Cartaya se elevan a 11, en Palos de la Frontera a 9 y en Almonte a 12. Estos municipios se suman al de Lepe, donde a mediados del mes pasado también se llevó a cabo esta misma actuación, aumentándose en su caso los cupos a 16.

Gracias a esta medida, promovida por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), se consigue una reducción de los pacientes asignados a los profesionales, que disponen así de más tiempo para atender a los usuarios y una menor presión asistencial, lo que redunda en la prestación de un mejor servicio a la ciudadanía y en condiciones laborales más favorables para el desempeño de su actividad.

Dicho aumento de los cupos persigue dar cumplimiento a las recomendaciones de las sociedades científicas en el ámbito de la atención primaria, que establecen que cada médico de familia tenga como máximo un cupo de 1.500 pacientes, de 1.800 en el caso de las enfermeras y de 1.200 los pediatras, con la finalidad de garantizar una asistencia óptima a la población. Se trata de unos estándares de calidad que con este incremento de efectivos se alcanzan en las Unidades de Gestión Clínica (UGC) de Cartaya, Campiña Sur (Palos) y Almonte, así como en la de Lepe.

54 enfermeras de salud infantil

Por otro lado, los centros de salud de la provincia de Huelva han incorporado desde enero un total de 54 nuevas enfermeras referentes en salud infantil para el refuerzo de la atención a la población pediátrica.

Este contingente de 54 enfermeras, destinadas tanto a los centros de salud de los Distritos de Atención Primaria Huelva-Costa y Condado-Campiña como del Área Sanitaria Norte, trabaja con los pediatras y el personal de enfermería referente de centros educativos para dar respuesta a las necesidades en este ámbito de la población pediátrica y sus familias, a través de un modelo organizativo de trabajo en equipo que potencia la prevención, la promoción de hábitos saludables y estilos de vida, la desmedicalización de las situaciones de la vida diaria y la inclusión del autocuidado de los niños y sus familias con problemas crónicos de salud, añadiendo a su labor la prevención y la detección precoz de problemas de salud mental.