El presunto asesino de Laura Luelmo quiere probar con ello que no hubo agresión sexual

El presunto autor del crimen de Laura Luelmo, Bernardo Montoya, se ha sometido este miércoles a pruebas médicas con el objetivo de demostrar que padece impotencia sexual y que por tanto no cometió ese tipo de agresión contra la joven profesora zamorana asesinada el pasado 12 de diciembre en El Campillo.

Montoya, que se encuentra en prisión preventiva por los presuntos delitos de detención ilegal, asesinato y agresión sexual, trata con ello de que se impugne la parte del informe de la autopsia practicada a Laura en la que se apunta a que hubo agresión sexual contra la joven, lo que a su vez motivó que la juez instructora del caso, Elvira Mora, le imputara también ese tipo de delito.

Las pruebas médicas practicadas a Montoya, que se han desarrollado en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, han tenido lugar tras una salida programada de la cárcel de Morón de la Frontera (Sevilla) y autorizada por el Juzgado de Instrucción número 1 de Valverde del Camino, según han informado desde Instituciones Penitenciarias. 

De momento, las pruebas han consistido en una ecografía, si bien “queda pendiente una analítica de sangre y de orina que tendrá que llevarse a cabo otro día porque tiene que ser realizada a primera hora de la mañana”, según ha informado la agencia Europa Press.