El proyecto, liderado por investigadores de la Universidad de Huelva, trata de forma integral los vertidos generados por la actividad minera en la Cuenca del Odiel
Investigadores del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Huelva han demostrado la eficacia de la planta piloto instalada en el marco del proyecto LIFE-ETAD, dotado con más de 2,6 millones de euros, para tratar de forma integral los vertidos generados por la actividad minera y convertir las aguas ácidas en aguas aptas para regadío y que favorecen a la recuperación ecológica de entornos degradados.
El equipo científico liderado por José Miguel Nieto Liñán ha muestreado hasta 80 puntos de la cuenca del río Odiel, «principal efluente de las aguas ácidas procedentes de la mina», y ha caracterizado la fracción metálica y el pH de sus aguas, de hasta 2,66. «Hemos acudido a analizar los diferentes espacios por los que el Odiel atraviesa la Faja Pirítica, cada arroyo, las zonas más susceptibles de contaminación», subraya Nieto.
Esta planta de tratamiento pasivo de aguas procedentes de la minería con un grado extremo de contaminación emplea un sistema que incluye tanques reactivos y piscinas decantadoras conectadas en serie y está en funcionamiento desde abril de 2016. «Una de las conclusiones más importantes de este proyecto es que no hay que tratar los 80 puntos de forma individual, sino que ya desde la cabecera las aguas ácidas pueden alcalinizarse, es decir, utilizarse para otros usos agrícolas, y así hasta la desembocadura», comenta el geólogo.
«Con esta planta pretendemos conseguir no solo solucionar la depuración de los drenajes ácidos de mina a bajo coste, sino reutilizar los residuos derivados del proceso de depuración, -resultado de la mezcla del material reactivo con los metales decantados-, ya que son elementos de gran interés para usos industriales y tecnológicos», aclara.
La tecnología empleada por el equipo de la UHU servirá para replicar esta instalación, ubicada en Mina Concepción, en países como Perú, Chile, México o Portugal, además de para construir nuevas plantas en la cuenca del Odiel hasta su completa recuperación ambiental.
A modo de ejemplo, con el tratamiento de un total de 20.225 metros cúbicos de aguas ácidas, se ha logrado eliminar la totalidad de los componentes de hierro, arsénico, cromo, aluminio, cobre, plomo, zinc, cadmio y magnesio, el 95% del cobalto y níquel y hasta un 68% de sulfato. Además, el vertido resultante del proceso de depuración ha logrado alcanzar un pH superior a 7, mientras que la conductividad eléctrica ha sido reducida a más de la mitad.
La intensa actividad minera realizada en la Faja Pirítica Ibérica ha provocado la existencia de minas abandonadas y residuos mineros en escombreras, depósitos de lodos, pozos a cielo abierto, etc. Estos espacios degradados son la principal fuente de contaminación de las aguas subterráneas y superficiales de la Cuenca del Odiel, debido a los drenajes ácidos de mina que generan. Dado que su cuenca posee una de las aguas más contaminadas del mundo, en este entorno es donde se ya se ha validado la tecnología.
Precisamente, el Comité Español de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha seleccionado el Proyecto LIFE-ETAD del catedrático de la UHU José Miguel Nieto Liñán, dentro de la contribución de la Junta de Andalucía en el apartado de Gobernanza Efectiva y Equitativa. Este proyecto, cuya financiación al 50% procede de fondos comunitarios, cuenta con la participación, además de la Universidad de Huelva, de Sacyr y la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía (AMAYA).