Una batida de gestión para la reducción controlada de la población de ciervos y muflones que aún permanece en el monte público del Jarrama de La Granada de Riotinto, afectado por el incendio registrado el pasado verano en este municipio de la Cuenca Minera, ha provocado una fuerte polémica, pues la medida no ha gustado a varias organizaciones sociales y formaciones políticas.

La actuación ha sido encargada por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y forma parte del Plan Integrado de Caza elaborado por la Dirección General del Medio Natural con el objetivo de propiciar la regeneración ambiental de este espacio, según han informado a tintonoticias.com desde la Delegación Territorial de la citada Consejería en Huelva.

En concreto, la Junta argumenta que esa medida, que ha sido ejecutada por la sociedad local de cazadores, es necesaria para evitar que los ciervos y muflones acaben con la vegetación que comienza a florecer, lo que a su vez no sólo impediría la regeneración ambiental de la zona, sino también la supervivencia de los animales, al quedarse sin sustento.

Las mismas fuentes han indicado a este periódico que, según el criterio científico de los técnicos que han elaborado el plan, es necesario reducir a unos 40 el número de ciervos y muflones existentes en la zona, donde había unos 300 y, tras esta batida, se ha reducido aproximadamente a la mitad, por lo que la Dirección General del Medio Natural evalúa el resultado de esta batida para decidir si se encarga una segunda.

Reacciones

La medida ha sido criticada por varias organizaciones sociales y políticas de la provincia, como Asnuci, Asisti Cuenca Minera, Ecologistas en Acción o Izquierda Unida, que se han opuesto a esta actuación.

Por un lado, desde Asnuci (Asociación de Nuevos Ciudadanos por la Interculturalidad) se han puesto en contacto con tintonoticias.com para denunciar lo que califica como una «carnicería y salvajada». A su juicio, esta medida puede provocar una «lectura muy peligrosa», pues puede darse a entender, según argumentan, que «tras un incendio puede disfrutarse la oportunidad de una gran cacería».

Por su parte, desde Asisti (Asociación por la Solidaridad, Igualdad, Sostenibilidad y Trabajo Integral) de la Cuenca Minera han manifestado igualmente su oposición a la medida. En declaraciones a este periódico, su presidente, Antonio Abad Díaz Ortega, ha defendido «soluciones más respetuosas con la vida animal».

También Ecologistas en Acción ha criticado la actuación. A través de una nota de prensa remitida a este periódico, la ONG informa de que ha remitido a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio una solicitud de apertura de expediente administrativo sobre las autorizaciones y permisos, así como los criterios de gestión del medio natural que han dado lugar a la ejecución de una cantidad de ciervos y muflones que Ecologistas en Acción cifra en 175.

Las mismas fuentes denuncian que, a través de esta actuación, los cazadores acorralaron a ciervos y muflones que no tenían vías de escape debido a la malla cinegética de dos metros de altura con la que la finca está completamente alambrada, una situación que, a su juicio, «haría a muchos de los ejemplares morir de pánico y estrés embistiendo contra la malla, si bien aún no se cuenta con el número de animales muertos así», añaden.

Ecologistas en Acción califica la medida como «exterminio» y considera que «no es la respuesta que necesitan nuestros montes públicos». Frente a ello, la organización ecologista propone la retirada de la malla cinegética para posibilitar la dispersión de los ciervos y muflones, evitar la «masacre» y conservar la regeneración. Otra alternativa «apropiada», añade, habría sido «la captura selectiva, respetando siempre las crías y las madres».

Por último, Ecologistas en Acción ha anunciado que, en caso de que se lleven a cabo nuevas batidas, emprenderá acciones judiciales y estudiará «movilizaciones pacíficas» en contra de estos criterios de gestión.

También Izquierda Unida se ha opuesto a la medida. A través de una nota de prensa remitida a este periódico, exige a la Delegación Provincial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía que dé «explicaciones detalladas» por lo que califica como una «matanza masiva de muflones, ciervos y hasta jabalíes».

El coordinador provincial de IU en Huelva, Rafael Sánchez Rufo, reclama al delegado provincial de Medio Ambiente, José Antonio Cortés Rico, que «se apresure a dar explicaciones e informe sobre los criterios técnicos que han servido, según la propia Delegación de Medio Ambiente, para justificar esta matanza masiva de animales».

Sánchez Rufo añade que, al tratarse de una zona recientemente afectada por un grave incendio que devastó unas 4.000 hectáreas de terreno forestal, la Junta de Andalucía «debe actuar con mucha más sensiblidad de la que ha demostrado y, si no se han adoptado otras medidas alternativas, como puede ser el traslado de los ejemplares a otras ubicaciones donde puedan seguir viviendo, explicar justificadamente por qué no lo han hecho».