Atalaya produce 10.000 toneladas de cobre más que en 2019 y supera las 55.000 de metal expedido

Atalaya Riotinto Minera, operadora de la mina de cobre de Riotinto, ha informado de la marcha de las operaciones a lo largo del año 2020, confirmando que la mina de Riotinto y su complejo mineralúrgico han vuelto a alcanzar un récord de producción histórico en esta explotación: durante el año, se han producido 55.890 toneladas de cobre en forma de concentrado. Además, las operaciones mineras han realizado un movimiento de tierras de 37,7 millones de toneladas de roca, procesando 14,8 millones en la planta de mineral, con una ley media de 0,45% de cobre y una recuperación del 84,53%.

En cuanto a los resultados económicos, destaca la cifra de inversión en las instalaciones a lo largo de 2020, que ha alcanzado los 44,8 millones de euros. Asimismo, los resultados operativos han permitido a la filial española de Atalaya Mining alcanzar una facturación de 236,8 millones de euros en este periodo, arrojando un EBITDA de 58,8 millones.

Para la empresa, estas cifras cumplen con el objetivo marcado por la compañía al principio del periodo y confirman la «plena consolidación» del nuevo modelo productivo, +RIOTINTO, «un proyecto de modernización, en marcha desde enero de 2020, que ha supuesto la incorporación de nuevas reservas de mineral y la instalación de tecnología más eficiente para alcanzar los 15 millones de toneladas anuales procesadas, con una inversión de 80 millones de euros», subrayan.

Asimismo, en materia de Seguridad, Atalaya asegura que ha mejorado sus datos de siniestrabilidad laboral respecto al año anterior, «marcando los mejores desde que inició su operación», con 0,13 en Gravedad y 3,81 en Frecuencia. Esto supone, añade, un descenso de un 38% y 13% respectivamente frente al año anterior, todo ello «gracias al trabajo preventivo y de concienciación sobre la importancia de colocar la Seguridad como primera prioridad, en un año marcado por el tremendo esfuerzo para preservar la salud de las personas y la continuidad de las operaciones, desafiadas por la pandemia del coronavirus», remarcan.

En el apartado ambiental, la empresa afirma que se han destinado recursos que superan los 2,3 millones en 2020, obteniendo resultados positivos: «la monitorización continua de la calidad del agua y del aire marca registros muy por debajo de lo establecido por la autorización ambiental, refrendando la idoneidad de las medidas implantadas». Además, «se ha comenzado el cálculo de la Huella Hídrica y la Huella de Carbono, que servirán para fijar nuevos objetivos en concordancia con la Agenda 2030, los Principios del Pacto Mundial y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, a los que la empresa se ha adherido recientemente y que ponen de manifiesto el compromiso de realizar una explotación minera sostenible y eficiente en el uso de los recursos naturales», agregan.

2021: consolidación y mejora continua

Una vez alcanzada la producción de diseño, la compañía asegura que los esfuerzos se centran ahora en mejorar las eficiencias del proceso, mediante la implementación de programas de optimización, que incluyen la reducción del consumo de agua fresca y cal, o el incremento de la recuperación metálica mediante el uso de equipos de flotación actualmente fuera de servicio. Además, se seguirá trabajando en la aplicación de la tecnología E-LIX, nacida en Riotinto para procesar los concentrados y elaborar cobre puro.

La empresa también se marca el consumo eléctrico como un frente de mejora en este 2021. En este sentido, «la planta solar de autoconsumo de 50MW que se construirá, y que está en fase de permisos, será un importante aporte a la eficiencia energética del proyecto, así como una apuesta medioambiental, contribuyendo a la reducción de la huella de carbono», detallan.

Asimismo, la empresa destaca que, a lo largo del año, ha seguido apostando por la continuidad a largo plazo de las operaciones y tiene en marcha una completa actualización de Reservas y Recursos, que está siendo elaborada por expertos independientes.

El trabajo de exploración geológica se ha centrado en tres áreas aledañas a Cerro Colorado que han confirmado la presencia de sulfuros no minados: Filón Sur, San Antonio/Planes y San Dionisio. Esta última se encuentra bajo el fondo de Corta Atalaya y está compuesta de stockwork y sulfuros masivos polimetálicos. En 2020 se ha completado su interpretación geológica y el mapeo de los trabajos históricos presentes en el yacimiento, que fue objeto en su día de explotación subterránea. Además, la empresa ha adquirido Masa Valverde, uno de los yacimientos sin desarrollar más relevantes de la Faja Pirítica, con 66 millones de toneladas de Recursos Inferidos de Mineral Polimetálico. En su entorno, ha descubierto ‘Majadales’, una nueva masa de sulfuros con un importante potencial.

Valoración

El consejero delegado de Atalaya Mining, Alberto Lavandeira, ha querido felicitar a todos los integrantes de la organización y principales contratistas. “Este terrible 2020 nos ha presentado retos especiales. El gran esfuerzo de nuestra gente, las ganas de sacar esto adelante con un cumplimiento exquisito de los estrictos protocolos de los que nos hemos dotado, han permitido preservar la salud de las personas y la de las operaciones. No solo para cumplir con las expectativas, sino para superarlas. Esto muestra una vez más nuestra capacidad como organización para generar valor para nuestra región y todos nuestros grupos de interés. Muchas gracias a todas las personas que lo han hecho posible, ¡Ahora, a por 2021!”, ha recalcado.

Sobre Atalaya

Atalaya Riotinto Minera, filial de Atalaya Mining, es la operadora de la histórica mina de Riotinto, un nuevo proyecto minero que «incorpora las últimas innovaciones tecnológicas en el sector, así como los conceptos de seguridad y sostenibilidad ambiental propios de la minería del siglo XXI», destacan desde la empresa.

Riotinto es hoy una mina de cobre a cielo abierto que ha producido 55.000 toneladas de cobre en concentrado en 2020, cuenta con 197 millones de toneladas de reservas de mineral de cobre y trabaja constantemente en la identificación de nuevos recursos para seguir alargando la vida de la explotación, que actualmente se sitúa en 12 años. La puesta en marcha del Proyecto Riotinto ha supuesto una «gran inversión industrial, incluyendo importantísimas mejoras ambientales y la creación de más de 450 empleos directos», concluyen.