La Junta les dio un mes para desalojar la vivienda en la que residen con sus dos hijos, uno de ellos con una cardiopatía
Una familia de Nerva está al borde de ser desahuciada y carece de recursos económicos para alquilar o adquirir una vivienda, por lo que podría verse en la calle en los próximos días.
Ese es el calvario por el que están atravesando Sergio García y Alba González y sus dos hijos, de los que uno de ellos, el menor, de solo tres años, padece una cardiopatía que ya le ha llevado dos veces al quirófano y está pendiente de una tercera operación.
El nacimiento del pequeño obligó a la madre a dejar de trabajar para atender a su hijo, por lo que la familia se quedó sin ingresos suficientes para adquirir una vivienda, lo que motivó que, hace ahora casi dos años, ocupara una vivienda pública de la Junta de Andalucía que llevaba seis años deshabitada.
Desde entonces, Sergio García trabaja en Organic Citrus (antigua Riotinto Fruit) entre seis y ocho meses al año, algunos de los cuales no percibe más de 400 euros y, los que más, 900, por lo que «los ingresos de la familia son de entre 600 y 700 euros al mes», señala.
Pese a ello, la Junta de Andalucía le notificó, antes del confinamiento, que tenía un plazo de un mes para abandonar la casa si antes de 15 días no presentaba alegaciones que justificaran su permanencia en la vivienda, tras lo que la Administración autonómica denegó tales alegaciones y le dio otro mes de plazo para desalojar el inmueble.
El confinamiento provocó la paralización de este proceso, pero una vez decretado el fin del estado de alarma «pueden echarnos en cualquier momento», explica Sergio, que teme que «la Policía llegue en cualquier momento» para quitarles la casa.
En declaraciones a TINTO NOTICIAS -El periódico de la Cuenca Minera de Riotinto-, este nervense asegura que solo pide «un alquiler social o una vivienda de protección». Eso o un empleo digno, indica, una petición que ya le ha trasladado a los Servicios Sociales, pero de momento «no hemos tenido respuesta», añade.
La única ayuda que le ha sido concedida ha sido de Cáritas, que este mismo viernes se ha comprometido a sufragar la alimentación de sus hijos, de ocho y tres años, explica Sergio, que hace un llamamiento a la administración para que le ayude a salir de esta situación por la que atraviesa la familia.