Declaran culpable al decapitador de Halloween

La acusación solicita una pena de 32 años y cinco meses de cárcel y la Fiscalía la rebaja a 24

El jurado popular ha declarado este miércoles por unanimidad culpable a M.J.N.B de asesinar a C.R.M, así como de profanar su cadáver, que decapitó y cuya cabeza paseó por la calle en Huelva capital el 31 de octubre de 2020, tras lo que la depositó en un contenedor de basura de la avenida Pío XII.

Así, el jurado considera que el acusado, conocido como ‘el mexicano’, es culpable de «aprovechar su relación de amistad» con el fallecido y cree que el golpe que provocó su muerte se hizo «intencionadamente» mientras «estaba agachado» como «determina el informe forense». De la misma manera, lo considera culpable de «no haber tratado con respeto al cadáver».

Sin embargo, no considera a M.J.N.B culpable de los delitos de robo con violencia por el teléfono móvil y la televisión de la víctima «al considerar que «no queda acreditado», como pedía la acusación particular que representaba a la familia del fallecido y que solicita 32 años y cinco meses, así como mantiene una petición de 350.000 euros de indemnización para la familia del fallecido.

Por su parte, el Ministerio Fiscal también mantiene su solicitud de 24 años de cárcel por un presunto delito de asesinato, así como cinco meses más por un delito de profanación de cadáver y una indemnización de 25.000 euros para cada uno de los hermanos del fallecido.

El jurado popular recibió el objeto de veredicto a las 14,30 horas de este miércoles, tras lo que se han retirado a deliberar una vez concluidas en la sesión de mañana las exposiciones de las conclusiones de las partes.

Ahora, queda visto para sentencia ya que será el juez el encargado de dictaminar la pena de cárcel. De momento, ‘el mexicano’ permanecerá en prisión preventiva hasta que se determine la sentencia.

En el uso de su última palabra, M.J.N.B ha pedido «perdón a la familia» del fallecido por «esa acción inadecuada» y ha apuntado que está «realmente arrepentido».

En su declaración el primer día de juicio, M.J.N.B aseveró que la muerte de C.R.M. fue «accidental» y que se produjo durante el transcurso de una trifulca en el domicilio del fallecido, así como señaló que «se arrepentía» de lo ocurrido, ya que eran amigos desde pequeños y lo consideraba «su hermano».

En este contexto, su abogado defendió que se trataba de un homicidio y no de un asesinato, ya que la muerte de esta persona «no fue premeditada» y que «nunca fue a su domicilio con la intención de matarlo», sino que se produjo en el marco de un «forcejeo» por la «provocación» del fallecido al acusado, al tiempo que aseveró que la vivienda de la víctima era «un fumadero».

Así, tanto el abogado como el acusado sostuvieron que C.R.M. fue a buscar al encausado a su casa el 30 de octubre de 2020 para que le ayudara a arreglar una bicicleta, toda vez que M.J.N.B afirmó que acudió a su casa pero que el fallecido lo que quería es que le diera droga, ya que él tenía «cocaína» pero se negó a entregársela, por lo que el fallecido le «mostró vídeos» de índole sexual «en los que aparecía su hermana», así como que se empezó «a masturba» mirando una foto de su sobrina.

Este fue, según su versión, el detonante para una pelea en la que, durante «un forcejeo», el fallecido «cayó hacia atrás golpeándose en la cabeza» con la pieza de calentador de gas que «se encontraba en la encimera de la cocina», toda vez que se reafirmó en que «nunca» se situó detrás de él para golpearlo y que tras su muerte quiso «cortarse la venas» al ser consciente de lo que había hecho.

Con respecto a la decapitación, contó que era un «ritual» que aprendió en las cárceles de México, en las que cumplió una condena de más de diez años por «robo» tras «ser víctima de una trampa» y en la que acabó metido en uno de los cárteles de droga «más peligrosos del país», aseverando que se vio abocado a ello porque «o eran otro o eras tú».

Por ello, ha explicado que tras morir C.R.M «perdió la percepción del espacio y el tiempo» debido «a las drogas» y se sintió de nuevo como si estuviera en la cárcel de México, por lo que, tras arrastrar el cuerpo a otra estancia de la casa, «le cortó la cabeza» aunque no recuerda «cómo» ya que «no era consciente» de lo que hacía.

Por su parte, el Ministerio Fiscal ha destacado el carácter «agresivo» del acusado como cree que prueba «su historia en las cárceles mexicanas» y considera que «no estaba influido por sustancias estupefacientes» en el momento del suceso y que esta persona «no sufre problemas mentales» y que en su declaración durante la instrucción «él mismo dijo que tuvo que rematarlo», y que «de ahí los dos golpes que presenta el cráneo» el fallecido.

De otro lado, la acusación particular ha manifestado que considera que la muerte de C.R.M se debió a «un plan urdido y con intención», así como ha asegurado que el acusado «declaró ante la Policía Nacional «con total nitidez» y no solicitó atención médica «ni él ni su abogado», por lo que descarta que «estuviera bajo los efectos de las drogas», al tiempo que ha aducido que «nunca tuvo tratamiento psiquiátrico ni psicológico» y que C.R.M fue «humillado, ultrajado y decapitado» y cree que fue «con ánimo de matar».

En la línea de lo que mantuvo desde un primer momento, cree que el acusado es «un psicópata con un trastorno asocial y que disfruta matando» con «una personalidad narcisista» y que «no puede estar en la sociedad», toda vez que ha remarcado que tras la muerte de la víctima «no fue a la Policía a confesar ni a entregarse» sino que «hizo un atillo para deshacerse de las cosas», al tiempo que ha lamentado que «no se ha oído» al acusado «dar el pésame» por la muerte de C.R.M.Copiar al portapapeles

Imprimir

La familia del hombre decapitado en Pio XII cree que el acusado es un «psicópata peligroso» y «disfruta matando»

La acusación pide 32 años de cárcel y cinco meses de prisión tras los hechos acaecido en 2020

El abogado de la familia del hombre decapitado en Huelva el 31 de octubre de 2020, cree que el acusado por este suceso –que paseó la cabeza del fallecido por la calle tras lo que la depositó en un contenedor de basura de la avenida Pío XII– es un «psicópata peligroso» que «disfruta matando» y pedirá en el juicio que se celebra a partir de este lunes en la Audiencia de Huelva que, al delito de asesinato, alevosía y profanación de cadáver, se sume el de ensañamiento moral y físico, así como un delito contra la integridad moral.

Así lo ha manifestado Marcos García Montes en declaraciones a los periodistas a la entrada en la Audiencia, donde ha señalado que piden 32 años y cinco meses de cárcel para M.J.N.B y que la familia se encuentra «muy mal», así como que su sobrina está «en tratamiento psicológico», toda vez que ha destacado que es «el crimen sin sentido de un psicópata» que «tiene las facultades mentales y cognitivas estructuradas y conservadas» y que se trata de una persona «peligrosa».

En este sentido, ha recordado que estuvo en prisión en México y que tiene «un trastorno asociado de psicopatía» que «no afecta al conocimiento de lo que está haciendo» ni «a su voluntad» y que «disfruta matando» porque «tiene un sentimiento marmóreo de lo que está pasando y disfruta con ello».

A este respecto, ha aseverado que van a solicitar a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias que certifique si durante la prisión preventiva «ha agredido a una persona e incluso ha intentado matarla», según «noticias» que tiene la acusación particular y que «hay que contrastar».

Para este hombre, la Fiscalía solicita 24 años de cárcel por un presunto delito de asesinato, así como cinco meses más por un delito de profanación de cadáver y una indemnización de 25.000 euros para cada uno de los hermanos del fallecido.

Tras conformarse el jurado popular, este lunes está previsto el interrogatorio al acusado y ocho testificales –la mayoría de policías nacionales– mientras que el martes se llevarán a cabo las pruebas periciales y el miércoles se entregará el objeto de veredicto.

LOS HECHOS

El escrito de acusación de la Fiscalía señala que el día 29 de noviembre el acusado acudió después de comer a la casa de su amigo de la infancia C.R.M. y allí ambos comenzaron a arreglar una bicicleta propiedad del fallecido, así como que en el seno de la conversación mantuvieron una discusión relacionada con ofensas de índole sexual a la hermana y la sobrina de C.R.M.

Tras ello, según señala el escrito, entre las 22,00 horas del día 29 de octubre de 2020 y las 8,00 horas del día 30 de octubre de 2020 el fallecido acudió a la cocina «en busca de una cerveza y se agachó para dejar la botella en el suelo», momento en el que el acusado «lo siguió sigilosamente por la espalda» y, «con ánimo de causar la muerte» de C.R.M «agarró con las dos manos un esqueleto metálico de calentador de 1,1 kilos de peso que había en el suelo de la cocina, lo elevó y seguidamente golpeó con él su cabeza, rompiéndole el cráneo en el golpe y causándole con ello la muerte».

El escrito prosigue indicando que el acusado movió el cuerpo del lugar y le «seccionó la cabeza en poco tiempo, usando para ello un cuchillo de 20 centímetros de hoja», dado que «deseaba exhibir la cabeza como trofeo, costumbre que había adquirido en sus años de estancia en México».

La Fiscalía apunta que después de ello se marchó de la casa llevándose las llaves y que entre las 5,00 horas del 30 de octubre y las 9,00 horas del 31 de octubre de 2020 el acusado volvió y se tomó «una cantidad no determinada de cerveza y de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas», así como que limpió la cocina, el pasillo y el baño para «tratar de eliminar con ello las huellas o vestigios que pudieran implicarle en la muerte» y «aprovechó dicha estancia para coger la cabeza, meterla en una bolsa y llevársela de allí».

Además, según estas conclusiones provisionales, el acusado «se dirigió con la cabeza de su amigo a la plaza Houston» y «dejó la bolsa entre las ramas de un árbol», volviendo sobre las 15,00 horas del día 31 de octubre para cogerla y «dirigirse con ella a unos contenedores de la plaza, donde la dejó en el suelo mientras trataba de quemar una serie de prendas y objetos que podrían incriminarlo en la muerte de su amigo».

El escrito del Ministerio Fiscal recoge que, en ese momento, se aproximó al acusado una mujer y le preguntó qué llevaba en la bolsa que acababa de dejar en el suelo, a lo cual le contestó «ven y mírala tú» y «con esto voy a hacerme un cenicero», mientras se la enseñaba, algo que esta persona se tomó a broma dado que la fecha coincidía con la celebración de Halloween por lo que «el acusado se ofreció de nuevo a enseñársela de cerca a cambio de pesos, euros o tabaco», así como se la mostró también a «dos niñas».

Finalmente, el escrito indica que tras esto el acusado «emprendió la huida» y «arrojó la bolsa con la cabeza al lado de un contenedor de basura situado en una calle de la avenida Pío XII. El resto del cuerpo de la víctima mortal fue hallado en su domicilio».

Este hombre, que responde a las siglas M.J.N.B, fue detenido el mismo día a las 21.15 horas por estos hechos e ingresó en la cárcel tras decretarse la prisión provisional sin fianza. Este hombre cuenta con antecedentes policiales y tiene más de 50 años, al igual que la víctima.