Se movilizarán unas 50.000 viviendas en las cinco provincias afectadas
«Su Majestad el Rey Mohammed VI presidió ayer 14 de septiembre de 2023 en el Palacio Real de Rabat, una reunión de trabajo dedicada a la activación del programa de urgencia para el realojamiento de los siniestrados y la atención a las categorías más afectadas por el seísmo de Al Hauz, que fue objeto de Instrucciones Reales durante la sesión de trabajo presidida por el Soberano el 9 de septiembre de 2023.
Esta reunión viene en la continuación de la sucesión de medidas ordenadas por el Soberano, destinadas a movilizar todos los medios, con la rapidez y eficacia necesarias, para prestar ayuda a las familias y ciudadanos siniestrados, y en particular para desplegar lo más rápidamente posible las medidas de rehabilitación y reconstrucción en las localidades afectadas por esta catástrofe natural de una amplitud sin precedentes.
Esta primera versión del programa de realojamiento presentado ante el Soberano, y que ha sido elaborado por la comisión interministerial creada por altas instrucciones reales, se refiere a unas 50.000 viviendas total o parcialmente derrumbadas en las cinco provincias afectadas.
Consiste, por una parte, en acciones urgentes de realojamiento temporal, en particular mediante fórmulas de alojamiento adaptadas in situ y en estructuras diseñadas para resistir al frío y a las intemperies; o en lugares de acogida equipados con todas las comodidades necesarias. Por otra parte, el Estado concederá una ayuda urgente de 30.000 dírhams a las familias concernidas.
A este respecto, el Soberano llamó la atención de las autoridades competentes sobre la extrema prioridad de la operación de realojamiento, que debe llevarse a cabo en las condiciones necesarias de equidad y escucha constante a las necesidades de las poblaciones concernidas.
El programa consiste, por otra parte, en medidas inmediatas de reconstrucción, que se llevarán a cabo tras las operaciones preliminares de peritaje y los trabajos de preparación y estabilización de los terrenos. Para ello, se ha previsto una ayuda financiera directa de 140.000 dírhams para las viviendas totalmente derrumbadas, y de 80.000 dírhams para cubrir las obras de rehabilitación de las viviendas parcialmente derrumbadas.
Su Majestad el Rey insistió también en la necesidad de que la operación de reconstrucción se lleve a cabo sobre la base de un pliego de condiciones y bajo una supervisión técnica y arquitectónica que estén en armonía con el patrimonio de la región y respeten sus características arquitectónicas únicas.
Además, durante la misma sesión de trabajo, Su Majestad el Rey reiteró sus Altas Instrucciones para que la respuesta sea enérgica, rápida y voluntarista, respetando al mismo tiempo la dignidad de los habitantes, sus costumbres y su patrimonio. Las medidas deberán, no solamente velar por reparar los daños causados por el seísmo, sino también lanzar un programa bien pensado, integrado y ambicioso para la reconstrucción y la mejora general de las regiones afectadas, tanto en lo que se refiere al refuerzo de las infraestructuras como a la mejora de la calidad de los servicios públicos.
Este programa polifacético movilizará principalmente los recursos financieros propios del Estado y de los organismos públicos, y estará también abierto a las contribuciones de los actores privados y de las asociaciones, así como de los países hermanos y amigos que lo deseen, a los que Su Majestad el Rey reitera, en esta ocasión, el más sincero agradecimiento del Reino de Marruecos.
Durante esta reunión, Su Majestad el Rey, que Dios le asista, evocó asimismo una cuestión, igualmente crucial, que es la atención inmediata a los niños huérfanos, que hoy se encuentran sin familia ni recursos. El Soberano pidió que estos niños sean censados y que se les conceda el estatus de pupilos de la nación.
Igualmente, con el fin de sacarles de esta situación de desamparo y de protegerles de cualquier riesgo y de todas las formas de fragilidad a los que pueden verse desgraciadamente expuestos, tras una catástrofe natural, Su Majestad el Rey, que Dios le asista, ordenó al gobierno proceder a la aprobación lo antes posible del proyecto de ley necesario a este fin.