El sindicato considera que la pandemia no ha servido para mejorar en este ámbito y reclama el desarrollo de un régimen sancionador en la Ley de Salud Pública de Andalucía que sea disuasorio ante estos comportamientos intolerables
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en Huelva, primera fuerza sindical multiprofesional en el Servicio Andaluz de Salud, ha denunciado una nueva agresión que se ha producido en el Centro de Salud de Adoratrices en la capital onubense, por lo que mañana se concentrará en la puertas de este centro de salud como repulsa a las 11 de la mañana.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en Andalucía, primera fuerza sindical multiprofesional en el Servicio Andaluz de Salud, ha lamentado las 1.494 agresiones a profesionales del SAS registradas en 2022 y ha tachado esta cifra de “escalofriante”, al tiempo que ha exigido “que no se pueden normalizar bajo ningún concepto este tipo de conductas que desgraciadamente sufren los trabajadores y trabajadoras de la sanidad pública”.
La vicepresidenta del Sector de Sanidad de CSIF Andalucía, Carmen Jiménez, ha considerado “estos datos –dados a conocer esta semana por la Administración– ponen a las claras que no hemos salido mejor de la pandemia y que lejos han quedado los aplausos a los profesionales de la sanidad durante el confinamiento”.
En este sentido, “volvemos a la casilla de salida, a una cifra similar a la que teníamos en 2019 (1.524), con lo que una vez más ponemos el grito en el cielo porque además hay muchas agresiones todos los días que no se comunican al centro por la normalización de dichas conductas”, ha argumentado.
La dirigente sindical ha destacado especialmente que el 36,4% de las agresiones a profesionales del SAS durante 2022, es decir, un total de 544, han tenido que ver con demandas de la personas usuaria, como por ejemplo demandar atención fuera de cita programada, demandar atención para un familiar o exigir un tratamiento distinto del prescrito por el facultativo.
En esta línea, “desde CSIF Sanidad entendemos que hay muchas formas de manifestar el desacuerdo, pero nunca la violencia”, ha subrayado Jiménez, quien ha insistido en la petición previa a la pandemia del sindicato –y de la que aún se ha recibido contestación por parte de la Consejería de Salud y Familias de la Junta– para incluir un régimen sancionador en la Ley de Salud Pública de Andalucía. “Entendemos que la Administración debe incoar un expediente administrativo e imponer sanciones administrativas adecuadas”, ha señalado.
CSIF recuerda además que “la Administración Pública tiene el deber básico de proteger el interés público o general y de esta obligación nace ineludiblemente su potestad sancionadora”.
Jiménez ha recordado que “la Ley de Salud de Andalucía ordena los servicios y actuaciones de asistencia sanitaria pública y privada en Andalucía, articula el respeto y el cumplimiento de los derechos y obligaciones respecto a los servicios sanitarios y también recoge este régimen sancionador, que pedimos se desarrolle”.
“Las agresiones físicas y psíquicas que sufrimos diariamente todos los empleados y empleadas públicas, hace necesario una adecuación urgente que actúe como medida disuasoria frente a conductas reprobables e intolerables. Nada justifica el uso de la violencia hacia un profesional de la sanidad”, concluye la vicepresidenta de CSIF Sanidad Andalucía.