La compañía apuesta por la misma tecnología que propone Green Soil Solutions para Riotinto
El proyecto de restauración ambiental de la mina de Aznalcóllar elaborado por Minera Los Frailes, empresa adjudicataria de esta explotación minera, contempla la utilización de tecnosoles, que serán fabricados en una planta móvil, para la recuperación de los suelos dañados por la actividad minera en la zona, con lo que la compañía apuesta por la misma tecnología que propone la empresa Green Soil Solutions (GSS) para la recuperación ambiental de las áreas afectadas por la minería histórica en Riotinto.
Ambos proyectos están impulsando un modelo de restauración similar, aunque con algunas diferencias. La iniciativa de Green Soil Solutions recoge la fabricación de tecnosoles a través de una planta de compostaje fija de gran capacidad, por lo que se encuentra en pleno proceso de tramitación de la Autorización Ambiental Integrada (AAI), un procedimiento exigido para dar luz verde a la construcción de esta planta extremadamente compleja al ser la autorización más exigente en la normativa europea en materia de seguridad medioambiental, protección del medio y salud de las personas.
Su obtención permitirá a GSS iniciar la inversión de más de cinco millones de euros para la construcción de la planta dentro de las instalaciones de la mina de Riotinto, tal y como informaron desde la propia compañía, que considera que la infraestructura, al obtener la AAI, contará con todas las garantías de calidad.
El interés por la restauración ambiental a través de estos suelos en Aznalcóllar, Riotinto y en el del resto de la Faja Pirítica y su minería abandonada refuerza la proyección de futuro de este sistema del que la empresa siempre ha destacado que está basado en la economía circular y la valorización de los residuos.
Los defensores de este modelo entienden que uno de los puntos fuertes de estos ‘suelos inteligentes’ es su versatilidad y capacidad de adaptación al medio. En el caso de Aznalcóllar, el proyecto recoge la fabricación de siete tipos distintos de suelos dirigidos a mejorar ambientalmente los diferentes espacios afectados actualmente y entre los que se encuentran cortas, escombreras y los restos de la antigua balsa. El objetivo de su instalaciój es neutralizar la acidez del terreno, recuperar la cubierta vegetal, estimular la revegetación, regenerar la flora y la fauna en la zona y mejorar la calidad de las aguas.
A través de estos proyectos de restauración ambiental en Aznalcóllar, Riotinto y la Faja Pirítica, Andalucía se posiciona como una de las comunidades líderes y pioneras en el mundo en la puesta en marcha de este modelo, sentando las bases de lo que algunos ya consideran que podría ser una auténtica revolución en la recuperación de las áreas afectadas por la minería histórica.