Luis Hermoso Amaya fue uno de los promotores del histórico encierro que mantuvo abierta la mina de Cala durante casi 30 años

La provincia de Huelva ha perdido a uno de sus principales referentes del sindicalismo en el sector minero, Luis Hermoso Amaya, que falleció en la madrugada de este martes 30 de mayo como consecuencia de la enfermedad que lo aquejaba en las últimas semanas.

Este minero y sindicalista fue uno de los grandes protagonistas del histórico encierro en la mina de Cala de 1882, una actuación sindical que propició el mantenimiento de la actividad minera en la localidad durante casi 30 años, hasta 2010, fecha en la que finalmente se produjo el cierre.

Durante los alrededor de 30 días que duró el encierro, los mineros recibieron la visita del entonces candidato a la Presidencia del Gobierno Felipe González, quien se comprometió a mantener la mina abierta si el PSOE ganaba las Elecciones Generales que iban a celebrarse dos meses después, las primeras que acabó ganando el Partido Socialista.

Un momento de encierro. Pablo Juliá

Esta fue una de las primeras acciones protagonizadas por Luis Hermoso como dirigente sindical, en ese caso como trabajador de la mina de Cala, pero no la última, ya que posteriormente también tuvo un papel destacado, como secretario de Acción Sindical de UGT Huelva, en las movilizaciones en defensa del sector minero que tuvieron lugar en la provincia onubense en 2003.

Fue una persona «volcada con el sindicalismo», destaca el que fuese secretario general de UGT Huelva y compañero de Luis Hermoso en la dirección provincial del sindicato, José Martín. «Hemos perdido no solo a un gran dirigente sindical, sino también a una persona extraordinaria», lamenta Martín.

«Luis tenía una particularidad: siempre ayudaba a los compañeros, ya fuese para tratar de resolverle un problema con su pensión o para acompañarle a un juicio», prosigue el exsecretario general de UGT Huelva en declaraciones a Tinto Noticias.

Aunque su vida estuvo marcada principalmente por su actividad sindical, Luis Hermoso Amaya también se dedicó a la política, aunque por un corto periodo de tiempo, entre 2007 y 2011, cuatro años en los que fue alcalde de su pueblo, Cala, por el Partido Socialista.

Su fallecimiento ha provocado un fuerte pesar en el sindicalismo onubense y en su pueblo, donde el Ayuntamiento ha decretado tres días de luto oficial «como testimonio del reconocimiento hacia su trayectoria en la gestión municipal y compromiso con Cala y sus vecinos».