Teodora Ana Mihai asegura que su película “no ofrece respuestas sino que mantiene el debate vivo y hace muchas preguntas que siguen siendo relevantes”
La directora Teodora Ana Mihai desembarca en la 47 edición del Festival de Huelva con ‘La civil’ (Bélgica/ Rumanía/ México, 2021) con un largometraje sobre el tesón de una madre que asume la tarea de encontrar a su hija, secuestrada por un cártel en México. La realizadora, que ha conectado con Huelva desde la ciudad belga de Gante por videoconferencia, compite en la Sección Oficial de Largometrajes con su primera película de ficción.
La trama de ‘La civil’, basada en hechos reales, comienza cuando la hija adolescente de Cielo (Aracelia Ramírez), Laura, es secuestrada en el norte de México. A pesar de pagar varios rescates, Laura no es devuelta y al ver que las autoridades no ofrecen apoyo en la búsqueda, Cielo toma el asunto en sus propias manos y se transforma de ama de casa en militante vengativa.
Premiada en la sección ‘Un certain regard’, en el Festival de Cannes, la película se mueve entre el retrato de personajes y el género de acción, a través de un relato que no elude la denuncia social. Según Mihai la violencia es “una gran herida en México”, una herida abierta que, a su juicio debería abordarse sin descanso que se cierre. Precisamente, con ‘La civil’, la realizadora no ha pretendido presentar soluciones sino contribuir a su búsqueda. “Mi película no ofrece respuestas sino que mantiene el debate vivo y hace muchas preguntas que siguen siendo relevantes a mi parecer”, ha confesado.
Mihai ha contado cómo surgió la idea de contar esta historia y ha revelado que el proceso de investigación que permitió hacerla realidad se prolongó durante siete años. Su vínculo con México -que mantiene desde su época de estudiante en EEUU- hizo que la realizadora belga-rumana se interesase por este tema. Sus investigaciones la llevaron hasta Miriam Rodríguez y quiso contar su historia en un documental. Sin embargo, ha confesado, los problemas de “seguridad y censura” la hicieron replantear el proyecto y contarlo como historia de ficción. “Me di cuenta de que la ficción nos iba a dar la oportunidad de hablar de un tema importante para México de una manera íntegra y más segura”, ha señalado.
A la hora de hablar sobre la violencia, Mihai ha tenido muy claro que no quería repetir tópicos. “Me cuidé mucho de no caer en el amarillismo, me parecía importante que el tema fuera abordado del modo más sobrio y documentalista posible, no quería caer e una violencia que entretiene, estilo Hollywood, sino dar una imagen más real del asunto, más humana”, ha revelado.
La realizadora también ha remarcado que, en todo momento, ha buscado dibujar en pantalla “personajes complejos” y espera haberlo conseguido. En este sentido, elogió el trabajo de Aracelia Ramírez, que interpreta el papel protagonista. “Sabía que necesitaba una gran actriz y ciento por ciento motivada, dedicada al papel”, ha afirmado. Teodora Ana Mihai nació en Bucarest, bajo el régimen de Ceausescu. En el 89 se unió a sus padres en Bélgica. Descubrió su amor por el cine cuando era estudiante de secundaria en San Francisco y pasó a estudiar cine en Nueva York. De regreso a Bélgica, comenzó a trabajar como supervisora de guiones y asistente de dirección. Su ópera prima como directora de largometrajes, el documental ‘Waiting for August’, fue galardonada con más de diez premios internacionales y nominada a los European Film Awards