La Dirección General de Pesca “se salta” el plan de gestión de la especie al poner fin temporalmente a la parada biológica sin datos científicos que avalen la recuperación del caladero

 Las ayudas llegan tarde -hasta ahora no han cobrado las correspondientes a la veda que se prolongó desde el 1 de mayo hasta el 18 de junio- o ni llegan -en el caso de aquellos que, por ejemplo, acumulan sanciones o no se encuentran al día, porque no han podido afrontarlo, en el pago de la cuota mensual de autónomo-.

La situación, por ende, no es ya complicada, sino un verdadero drama para los mariscadores a pie de la coquina del litoral onubense, sin ingresos estables desde hace ocho meses ante la falta “casi absoluta” de recurso en un caladero que no alcanza el umbral medio de captura crítico de 1,5 kilos por hora establecido por el plan de gestión de la especie y que determinó el inicio de una parada biológica indefinida -que ahora se interrumpe- el pasado 2 de octubre.

Pero la solución, “por mucho que, en su desesperación, la pidan algunos compañeros”, no puede ser, a juicio del presidente de la Asociación de Mariscadores ‘Nueva Umbría’, de Lepe, Emilio Jaldón, una apertura temporal de la pesquería, entre el 11 de diciembre y el 5 de enero, para proveer al mercado en la campaña navideña. El representante del sector es tajante a la hora de valorar la medida decretada por la Dirección General de Pesca y Acuicultura de la Junta de Andalucía: “Nos condena a trabajar a pérdidas”.

Emilio Jaldón alerta, en este sentido, del peligro de saltarse, “a sabiendas”, el propio plan de gestión de la especie en el Golfo de Cádiz, al autorizar de nuevo la actividad sin el “aval imprescindible” de datos científicos que ofrezcan garantías técnicas suficientes sobre la recuperación del caladero. Con estas palabras, el presidente de la Asociación ‘Nueva Umbría’ deja en el aire que la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, con esta acción, puede incurrir, incluso, “y habría que aclararlo, ahora que aún está a tiempo, porque sería muy grave”, en un presunto delito de prevaricación, además de asestar, “eso seguro, y por mucho que se excluya a las embarcaciones de rastro remolcado”, un golpe “mortífero” a la sostenibilidad de la coquina, en la medida en que “ahondará, más si cabe, en la sobrexplotación de una pesquería ya en estado crítico y fomentará el furtivismo”.

mariscador coquina 2

No en vano, si, como vaticina, los copos de los rastros no recogen más de tres o cuatro kilos en talla comercial por jornada en las distintas zonas de producción -unas tres horas de faena en torno a la bajamar- “no serán pocos los profesionales que, aun a riesgo de sufrir sanciones y de perder el derecho a ayudas futuras y hasta sus licencias, se verán abocados, sin más remedio, a completar sus capturas con inmaduro o a comprar marisco a ilegales para, al menos, cubrir costes y poder llevar un plato de comida a su mesa”.

Protección ambiental del caladero de la coquina

La respuesta, desde el punto de vista de Jaldón, ha de ser, “y no hay otra receta”, la protección ambiental del caladero, desde Isla Canela hasta Doñana, mediante el respeto “escrupuloso” de las reglas del juego recogidas en el plan de gestión y la puesta en marcha de medidas sociales que garanticen una renta digna a los 238 mariscadores a pie de la coquina mientras el caladero da muestras reales de vida. Todo ello, unido, ha insistido el representante del sector, a una vigilancia constante que erradique, “de una vez”, el mal endémico de la extracción ilegal de este bivalvo, ya sea por turistas, por barcos -en su mayor parte, rastros remolcados, aunque también dragas hidráulicas- que no respetan los límites de costa y se adentran, con nocturnidad, en la zona reservada al marisqueo a pie, por lanchas de recreo o por mariscadores sin licencia.

De lo contrario, “pasaremos hambre de aquí al 5 de enero, porque volver a la playa en las circunstancias actuales, por muy alta que sea la demanda en la época navideña, no es rentable, y la seguiremos pasando después, porque tardará todavía más, si es que llega, la luz de un nivel de rendimiento por encima del umbral medio de 3,5 kilos por hora que permitiría, según la nueva resolución, la reapertura definitiva de la pesquería”, ha apostillado.