Miguel Rivera confía en que sea aceptada por la juez tras su nueva comparecencia

El abogado de Bernardo Montoya, Miguel Rivera, quien, tal y como ya informó Tinto Noticias, solicitará una nueva comparecencia del presunto asesino de Laura Luelmo ante la juez, ha asegurado este miércoles que tiene una nueva prueba «de mucho peso» para absolver a su defendido, por lo que se ha mostrado esperanzado en que sea aceptada por la titular del juzgado de instrucción número 1 de Valverde del Camino.

Miguel Rivera ya anunció, como informó este periódico, que su primera actuación como abogado particular de Bernardo Montoya será solicitar su comparecencia ante la juez para que su defendido pueda dar traslado de su nueva versión de los hechos, la misma que el propio Montoya ya comunicó a los funcionarios de la cárcel de Morón de la Frontera, en la que se declaró inocente y acusó a su expareja del crimen de la joven profesora zamorana asesinada en El Campillo el pasado 12 de diciembre.

Ahora, una semana después de esas primeras declaraciones suyas, que se produjeron nada más oficializar su personación en el caso en el Colegio de Abogados de Sevilla, el letrado ha asegurado que existen «nuevas pruebas que aportar», de las que una, además, tiene «mucho peso», ha señalado Rivera en declaraciones a Europa Press.

Miguel Rivera es el tercer abogado que asume la defensa de Montoya y el primero que lo hace de forma particular, pues los dos anteriores, los onubenses Servando Carranza y José Luis Cera, que renunciaron, lo hicieron de oficio.

La personación del nuevo abogado en el caso se produjo además, como también informó este periódico, poco después de que Bernardo Montoya, en una carta remitida al Servicio Andaluz de Empleo (SAE) de Nerva, solicitase la renovación de la prestación por desempleo que cobraba desde que salió de la cárcel en octubre del año pasado, una medida con la que el presunto autor del crimen de la profesora zamorana pretende «pagar a mi abogado», tal y como indica en la carta.

En la misiva, Montoya argumentaba que «no estoy condenado», sino «en prisión preventiva a la espera de juicio», así como que, por ese mismo motivo, no pudo ir a sellar a la oficina del SAE de Nerva el pasado 23 de enero.