El CSIF lamenta “el abandono y la dejadez” de la Junta con la plantilla

El Personal de Limpieza y Alojamiento (PLA) del Centro Residencial de Personas Mayores de Huelva (CRPM) viene sufriendo “una carente y continua escasez de efectivos desde hace años, trabajando bajo mínimos con una plantilla esquelética”. Así lo ha denunciado el sindicato CSIF, que lleva pidiendo desde principios de año que se cubran las tres plazas vacantes existentes en el personal de limpieza y alojamiento ante el aumento de los residentes. De hecho, según ha comprobado la central sindical, se ha abierto una nueva planta con 20 habitaciones hasta llegar a un total de 106 personas residiendo en el centro pero con la misma plantilla desde hace años.

En concreto, los puestos de trabajo vacantes no se cubren desde el último trimestre del año 2020, detalla el sindicato, que explica que en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) hay un total de 36 plazas y que de ellas están dotadas 29; de las que tres están sin cubrir. Con estos datos, CSIF remarca que “son siete personas menos trabajando en una plantilla cuya media de edad es de 55 años, con achaques físicos asociados e ingentes cargas de tareas”, lo que, a juicio de la central sindical, deriva en incapacidades laborales temporales (ITL) cada vez más frecuentes por la sobrecarga de trabajo que sufre el personal ante la falta de efectivos. “Con parte de la plantilla de baja, los turnos tienen que modificarse continuamente con las consecuencias que esto tiene sobre la conciliación de estos profesionales”, advierten.

Desde el CSIF añaden que a esta situación hay que sumar el hecho de que algunas de las tareas asignadas al personal de limpieza y alojamiento pertenecen a otras categorías laborales que tampoco se encuentran cubiertas. Es el caso de los peones, en el que “de tres plazas existentes en la RPT, una está vacante desde hace más de seis meses y no se ha cubierto, otra está ocupada pero asignada a otro departamento y una tercera donde su titular se encuentra de baja una vez más se encuentra sin cubrir”, indican. El sindicato asegura que esto se debe a que las instrucciones que existen por parte de la delegación territorial es que debe pasar al menos un mes desde que se produce la incapacidad temporal. “Esto termina siendo un problema mayor porque el procedimiento para cubrir la plaza tarda ese mismo tiempo en resolverse. Por eso, pueden pasar tres meses como mínimo para sustituir a la persona de baja, siempre que se haya autorizado previamente”, alertan.

Por todo ello, CSIF califica de “seria y grave” la situación que está viviendo la residencia de mayores porque “la plantilla está cada vez más carente de personal, trabajando con más situaciones sobrevenidas que dificultan el normal desarrollo de sus funciones y con el miedo de que finalmente las vacantes acaben descotándolas y ya no puedan ser ocupadas, lo cual supondría una reducción aún más del colectivo”.

En este sentido, la central sindical ha subrayado que “si las relaciones de puestos de trabajo de estos centros residenciales de mayores hubiesen estado más actualizadas y adaptadas a las nuevas necesidades, sus trabajadores no hubieran tenido que ir improvisando y desempeñando su labor en condiciones muy complejas”.

Desde CSIF se exige una solución inmediata a una situación que a su juicio se ha cronificado en el tiempo y que se ha convertido en normal para la administración. Su única respuesta, según expone el sindicato, es “automática y recurrente” y se limita a la explicación de “la limitación de la tasa de reposición”. La alternativa que se da desde la delegación territorial, añaden, es la contratación temporal de una empresa privada para cubrir los puestos de este centro, a pesar de la oposición tanto de los propios trabajadores como de CSIF a través de denuncias públicas, ante la Inspección de Trabajo y protestas realizadas a pie de calle, llegando al conflicto colectivo que recientemente ha presentado el Comité de Empresa, en el que CSIF tiene representación.

“Las consecuencias de esta situación recae, como siempre, en los trabajadores. La residencia de mayores es un servicio esencial y prioritario donde, además, en estos tiempos que corren de emergencia sanitaria, requiere aún más medios y tiene mayores exigencias por parte de la administración para dar la máxima calidad de servicio a sus residentes”, concluyen desde el CSIF.