La compañía cierra un préstamo de 285 millones de euros con el Banco Europeo de Inversiones (BEI)
Cepsa ha cerrado con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) un préstamo de 285 millones de euros para financiar la construcción de la planta de biocombustibles de segunda generación (2G) en su Parque Energético La Rábida (Palos de la Frontera), la más grande de estas características en el Sur de Europa, informaron ambas entidades.
El proyecto, que la energética dirigida por Maarten Wetselaar está construyendo junto a Bio-Oils, producirá combustible sostenible de aviación (SAF) y diésel renovable (HVO) a partir de residuos orgánicos, como aceites de cocina usados o desechos agrícolas, entre otros.
Una vez operativa, se espera que la planta pueda procesar 600.000 toneladas anuales (tpa) de residuos para la producción de hasta 500.000 tpa de biocombustibles de segunda generación, fomentando así la economía circular.
La inversión en el proyecto ascenderá a unos 1.200 millones de euros y está prevista la creación de 2.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, durante las fases de construcción y operación.
Los biocombustibles se destinarán a sectores de la economía en los que la descarbonización y la electrificación es compleja, como son el transporte aéreo, el marítimo e incluso el transporte pesado por carretera.
Tercera operación con Cepsa
Esta es la tercera operación de financiación del BEI a Cepsa en los últimos dos años en la línea de acelerar su estrategia de descarbonización, siendo las anteriores un préstamo de 80 millones de euros para plantas fotovoltaicas en Andalucía y un préstamo de 150 millones de euros para el despliegue la red de puntos de recarga eléctrica de la compañía en España y Portugal.
Wetselaar agradeció el respaldo del BEI a este proyecto «clave» para la estrategia ‘Positive Motion’ a 2030 del grupo, pero también para que España y Europa «avancen en la necesaria independencia energética», añadió.
El directivo puso en valor que esta planta permitirá «dar un paso de gigante» en la producción de moléculas verdes, con el objetivo de facilitar la descarbonización inmediata del transporte por tierra, mar y aire, logrando reducir hasta en un 90% las emisiones de CO2 respecto a los combustibles tradicionales.
Mientras, el director de Operaciones para España y Portugal de la entidad financiera europea, Gilles Badot, señaló que este préstamo es «un claro ejemplo de cómo el BEI también fomenta la transición energética en sectores difíciles de descarbonizar».
«Este proyecto contribuye a hacer de España un líder en la producción de biocombustibles. El apoyo a empresas que invierten en esta transición y avanzan en su propia estrategia de descarbonización como Cepsa es una de las líneas de actuación del BEI para acelerar la transición hacia un modelo energético más sostenible y que contribuya a la autonomía energética de la Unión Europea», dijo.
La inversión de Cepsa y Bio-Oils tiene lugar en su totalidad en Andalucía, región de cohesión en donde la renta per cápita se sitúa por debajo del promedio de la Unión Europea.
Dado el alcance del proyecto, se espera que tenga un impacto positivo en la economía local impulsando el crecimiento y la creación de empleo. Por lo tanto, el préstamo firmado con Cepsa contribuye «de forma significativa al compromiso del Banco con la cohesión económica, social y territorial», apuntaron Cepsa y el BEI.
El acuerdo apoya el plan REPowerEU para aumentar la seguridad energética al reducir la dependencia de la Unión Europea de las importaciones de combustibles fósiles.
Además, la operación cuenta también con el apoyo del programa InvestEU, que pretende movilizar más de 372.000 millones de euros de inversión adicional en el periodo 2021-2027.