El seismo ha podido ocasiona más de 1.200 personas según las primeras informaciones

Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF) en Huelva ha activado un contingente, compuesto por entre ocho y trece personas y cuatro perros de rescate, para viajar en las próximas horas hasta la zona afectada por un terremoto de magnitud 7,4 en la escala abierta de Richter registrado este lunes en una región de Turquía en la frontera con Siria y que de momento ha dejado un balance de más de 1.300 muertos, según datos de ambos países.

Así lo ha confirmado el portavoz del BUSF en Huelva, Antonio Rodríguez, a Europa Press quien ha asegurado que espera “poder viajar en las próximas horas”, una vez que consigan los billetes, pero en previsión de que se consiguieran los billetes, “desde Huelva ha salido ya una parte del equipo”, porque “si no, no llegábamos”.

De este modo, el equipo que se ha activado estaría compuesto entre ocho y trece personas, “dependiendo de la disponibilidad de billetes”, y estarían acompañados de cuatro perros de rescate, toda vez que ha subrayado que debido a la información que manejan sobre el terremoto y sus consecuencias han determinado que “es de envergadura” y van a necesitar “ayuda internacional”.

Finalmente, el bombero ha explicado que la poca información que están recibiendo es a través de los medios de comunicación, porque ambos países “están saturados y desbordados” por la “acción que tendrá allí”.

El balance de muertos a causa del terremoto de magnitud 7,4 en la escala abierta de Richter registrado este lunes en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, ha ascendido a más de 1.300, según datos facilitados por las autoridades de ambos países y los ‘cascos blancos’, si bien se teme que la cifra pueda aumentar en las próximas horas debido a que miles de personas han resultado heridas y a que muchas siguen aún atrapadas entre los escombros.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha señalado en declaraciones a la prensa que al menos 912 personas han muerto y 5.385 han resultado heridas a causa del seísmo, que ha descrito como “el mayor desastre desde el terremoto de 1939”, que dejó más de 30.000 muertos.