Una inspección detecta insectos y deficiencias higiénicas

«La cocina se encuentra fuertemente infestada de insectos». Esa es una de las conclusiones del informe realizado por la Inspección de Sanidad a un popular restaurante de Huelva tras la denuncia de una clienta.

Se trata de la onubense Noemi Villar, quien asegura a través de redes sociales que su marido sufrió una intoxicación alimentaria en el establecimiento de la conocida cadena de restaurantes Bonilla de la avenida Martin Alonso Pinzón, 15, de la capital onubense, suceso que decidió poner en conocimiento de las autoridades sanitarias y que derivó en un control oficial de la cocina del local del que se desprende que «no se encuentra en las condiciones adecuadas de limpieza, higiene y mantenimiento».

Así, además de la «fuerte infestación de insectos de la cocina», el informe, con firma de Antonio Ortega Carpio, director gerente del Distrito Sanitario Huelva-Costa, recoge que «las prácticas de manipulación del personal y la higiene del proceso de manipulación son incorrectas y desde luego no evitan y sí que pueden contribuir a la aparición de una intoxicación alimentaria», así como que «la temperatura de dos de las cámaras son inadecuadas.

La presunta intoxicación tuvo lugar el 26 de marzo. «El 27 de marzo yo informé al restaurante de lo que estaba pasando. El 19 de abril le hicimos las pruebas de alergia que confirmaron que fue una intoxicación alimentaria por escombroidosis (atún en mal estado) y que no es alérgico. Durante todo ese tiempo estuve esperando respuesta del restaurante. El 5 de mayo les puse la hoja de reclamaciones. El 22 de mayo, viendo que no me respondían ni a mis mensajes ni a la hoja de reclamaciones, pusimos la denuncia en Salud y Consumo. Según la documentación que tenemos el 26 de mayo fue cuando entró en registro en Salud para que ellos se pusieran manos a la obra», explica la onubense.

La publicación, que ha corrido como la pólvora, ha generado cientos de comentarios, en su mayoría de indignación y malestar.