Tras 50 años de sacrificios, y gracias a una diplomacia real que encarna el compromiso del soberano marroquí para la defensa de la integridad territorial de Marruecos, el Consejo de Seguridad, en una votación histórica, ha reconocido la soberanía y el plan de autonomía, presentado por Marruecos en 2007, como la solución más seria, creíble y realista para el Sahara y como la base para las negociaciones en el marco de la ONU. La votación contó con 11 votos a favor, tres abstenciones de Argelia, China y Rusia y ningún voto en contra,
La adopción por parte del Consejo de Seguridad de la nueva resolución sobre el Sáhara marroquí supone un avance histórico en el tratamiento de este asunto por parte de la ONU. Este éxito diplomático es fruto de la visión ilustrada de Mohammed VI, caracterizada por la claridad estratégica, la constancia en la acción y la solidez de los argumentos jurídicos e históricos del Reino de Marruecos.
El soberano marroqui, artífice de un giro diplomático histórico
En su discurso a la nación con ese motivo, el soberano marroquí ha subrayado que «con esta ocasión, hoy me complace compartir contigo mi satisfacción por el contenido de la última resolución del Consejo de Seguridad». «Estamos asistiendo a un momento crucial y a un decisivo punto de inflexión en la historia del Marruecos moderno. Así pues, hay un antes y un después del 31 de octubre de 2025». «Ha llegado el momento del Marruecos unificado, desde Tánger hasta Lagwira, cuyos derechos y fronteras históricas nadie podrá vulnerar».
Se trata, en efecto, de un largo proceso de trabajo metódico que se basa sobre un modelo de diplomacia de solidaridad, pragmatismo, apertura y cooperación equilibrada con los diferentes actores internacionales, lo que ha permitido a Marruecos afirmarse como un actor creíble e influente en la escena internacional.

Esta política adoptada por el Rey de Marruecos estriba en el refuerzo continuo de las relaciones con los socios históricos de Marruecos, Estados Unidos, España, Francia y el Reino Unido, que reconocen la marroquinidad del Sahara y la iniciativa marroquí de autonomía.
Así, la diplomacia equilibrada, multidimensional y proactiva se refleja en la presencia activa de Marruecos en Naciones Unidas, la participación activa en las sesiones del Consejo de Seguridad, la Asamblea General y sus órganos subsidiarios, así como el compromiso de Marruecos a favor de la paz y la seguridad internacional con la participación de 2.000 soldados (cascos azules) en la misiones de paz de Naciones Unidas.
Ahora, gracias una diplomacia basada en el respeto del derecho internacional, diálogo, cooperación y solidaridad con los países, 125 estados reconocen la soberanía y el plan de autonomía de Marruecos en el Sahara, dando lugar a la redefinición del equilibrio en el Magreb y a un creciente poder de Marruecos como actor para la estabilidad en la región.

















