José Antonio Portero muestra la belleza de la desembocadura del Jarrama a través de un dron

José Antonio Portero continúa con su labor de difusión del patrimonio natural onubense a través de imágenes tomadas con un dron, en esta ocasión en la desembocadura del río Jarrama, en Nerva, donde se produce una situación “mágica”: el momento en que esta rivera se funde con el río Tinto. “Dos mundos independientes, dos historias distintas, dos colores… se fusionan en uno solo a través de un abrazo infinito”, como expone Portero en las explicaciones que acompañan al vídeo y que se reproducen a continuación.

La rivera del Jarrama nace en el término municipal de La Granada de Riotinto. En su cabecera recoge las aguas de una amplia cuenca bastante lluviosa, lo que la convierte en el mayor aporte de los afluentes del río Tinto. Realiza un recorrido en dirección nordeste-suroeste, a través de los términos municipales de Zufre, el Castillo de las Guardas, el Madroño y Nerva, formando durante varios kilómetros un límite natural entre las provincias de Huelva y Sevilla.

Su caudal es embalsado en dos pantanos, el embalse de Nerva y, aguas abajo, casi en la desembocadura, el embalse del Jarrama, con una capacidad máxima de 43 hm3, perteneciente a la demarcación hidrográfica Tinto-Odiel-Piedras. Las aguas de este pantano permiten abastecer los regadíos y consumo urbano de varias localidades de la zona.

Comenzamos las imágenes con el río Tinto, ese sendero rojo, bien encajado en un roquedo de poca permeabilidad, atravesando con orgullo el imperio forestal, de rica y densa variedad arbórea y arbustiva de vegetación mediterránea.

Tras este plano general, pasamos a la desembocadura del Jarrama, en un entorno natural rodeada por impresionantes montañas y cerros de gran valor natural y paisajístico. En las imágenes no llegamos a observar el embalse del Jarrama, pero sí la zona del aliviadero, prácticamente en la desembocadura del río.

Las verdes aguas del Jarrama fluyen buscando su meta, que no es otra que desparramarse en las aguas de otro río principal, en este caso el Tinto. En este mágico lugar, espectacular, se puede apreciar el fuerte contraste entre las aguas cristalinas de fondo verdoso del Jarrama y las rojizas y anaranjadas del Tinto, con ese olor a azufre tan característico.

Las aguas del río Tinto, siempre engalanadas de rojo, penetran por el cauce del Jarrama para recibir la alegría de sus verdosas aguas. Aquí acaba la aventura en solitario de esta rivera. ¡Detente aquí, viajera, exploradora de tierras. Ya se acabaron las cristalinas aguas; se acabó el cantar siempre el mismo verso, ahora tu verso se difuminará en una enorme estrofa!

Queda claro que el río Tinto no puede vivir en soledad, precisa de nuevas savias, nuevos aportes, aguas cristalinas que le den el brío y el caudal suficiente para llegar a culminar su recorrido abrazando las saladas aguas atlánticas. Pero su característico color rojo teñirá las frescas y cristalinas aguas que le van llegando.

El vídeo de José Antonio Portero puede verse haciendo click en el siguiente enlace: ‘Nerva (desembocadura del río Jarrama / Green and red)