‘Mujeres al fresco’ cuenta con la participación de los artistas María Alcaide, Juan Luis Rod, Clara Carrasco, Ana Escobar, Enrique Rivero y María JL Hierro

La diputada de Cultura, Gracia Baquero, ha presentado el proyecto artístico-documental ‘Mujeres al fresco’, con el que la Diputación de Huelva vuelve a estar presente en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo ARCOmadrid 2024, que se celebrará del 6 al 10 de marzo en IFEMA.

Baquero, acompañada por los dos comisarios del proyecto, Antonio Jiménez-García y María JL Hierro; los artistas del proyecto, Juan Luis Rod, Ana Escobar, Clara Carrasco y Enrique Rivero «Güero»; y la diseñadora gráfica Granada Barrero, ha recordado que “dentro de muy poco arranca ARCO 2024, una semana consagrada a este arte que nos da la oportunidad de impulsar a nuestros artistas locales y a promover nuestra provincia a través de la creación contemporánea”.

Como ha indicado la diputada de Cultura, «este año la Diputación de Huelva va a presentar un proyecto artístico-documental denominado ‘Mujeres al fresco’, que nace de una idea original de María JL Hierro, vecina de Cortelazor, precioso pueblo de la comarca de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche». Este proyecto “busca, a través de los artistas y sus investigaciones, documentar la tradición arraigada de estas mujeres al fresco, que sacan las sillas a las puertas de sus casas al anochecer de los calurosos veranos de nuestra provincia para aprovechar la brisa que corre por nuestras calles”, ha subrayado.

En este sentido, la diputada ha recordado que “las mujeres reunidas en grupo hablan, vigilan los juegos de hijos y nietos, comen, hacen labores y comparten convivencia, si bien los cambios de hábitos generacionales y la despoblación han provocado que esta costumbre tienda a desaparecer y con este proyecto se quiere rendir tributo a la memoria y los recuerdos de nuestra infancia, se homenajean las labores de artesanía, hoy en día en vías de extinción, y contribuye a preservar un legado cultural muy nuestro”.

La muestra “está compuesta por una selección de obras de varios artistas, vinculados a la comarca serrana, y con ella se consigue capturar la esencia, belleza y emoción de esta costumbre tan entrañable que forma parte de nuestra cultura no solo patrimonial, sino emocional”, ha finalizado.

Artistas del proyecto

La comisaria María JL Hierro ha explicado que la idea “nace de observar, en las calles de un municipio de la Sierra, donde vivo, cómo cuando alguna de las mujeres que se reúne al fresco fallece, la calle se quedaba huérfana, planteando la duda de si estaremos ante el fin de una tradición”. De ahí “nace todo este proyecto, que en el fondo es un homenaje a ellas, y también es una investigación sobre por qué no hay relevo generacional, cómo le afectan las redes sociales, las nuevas tecnologías, etc. y con esta idea, seleccionamos a artistas relacionados con la Sierra para dar vida a este proyecto”.

Por su parte, el comisario Antonio Jiménez-García ha agradecido a la Diputación “el habernos permitido hacer este maravilloso proyecto y mostrarlo en el mayor escaparate de arte contemporáneo español e internacional; a María y a Güero, por haber puesto este fabuloso proyecto en mis manos, un proyecto que toca el corazón a cualquiera que lo vea, que lo oiga o que lo lea; y a los artistas, por vuestro gran trabajo y por haberos involucrado en el proyecto, por abriros en canal y dejaros ver vuestro interior, tanto de mente como de tripas, siempre desde la libertad”.

El fotógrafo Juan Luis Rod ha indicado que “cuando recibí la noticia para participar en este proyecto no sabía como abordarlo, pero rápidamente supe que sería a través de experiencias y recuerdos vividos con mis abuelas, trasladando y montando mi estudio fotográfico al mítico zaguán de la casa de mi abuela Luisa, ese mismo que tantas tardes cruzaban para salir a la calle a sus tertulias y diversos quehaceres al fresco”. Así, “hoy mi abuela no está, pero si sus amigas y vecinas, Lola, Concha, Dolores… y en todas ellas está inspirada esta obra”.

La artista visual Ana Escobar lleva a ARCO ‘Seis Menos’, “una reflexión poética que apunta a lo que no hay, copias directas cerámicas de los asientos de enea que sostuvieron cuerpos de mujeres que ya no están, mujeres que se sentaban en comunidad al fresco de las noches de verano en el pueblo de Galaroza”. Mediante estas silenciosas piezas blancas, Ana Escobar invita a considerar temas como la despoblación rural, el cambio de paradigma social, la muerte de las artesanías e incluso la cada año más notable ausencia del frescor de las veladas estivales.

María Alcaide, artista visual, nos habla en ‘Cuerpo de trabajo’ de la queja femenina, una queja que raramente es escuchada. La artista aracenense teje un discurso que nos acerca a los corrillos de mujeres en las puertas de la Sierra, a las posibilidades modulares del lenguaje y la flexibilidad que permite la oralidad. En su pieza «Abrigo para cuerpos sin forma: __» aparecen bordados de partes del aparato fonador, “ese que usamos al hablar, al reír, al llorar y, por supuesto, al quejarnos”.

El director de cine Enrique Rivero presenta una obra titulada ‘¿Hasta cuándo?’, “una obra “viva” que busca mostrar, a través de un vídeo, temas persistentes que afectan a las mujeres a lo largo del tiempo y su inexorable desaparición”, como ha indicado, “en la que las mujeres que se sientan al fresco se convierten en símbolos de resistencia silenciosa, mientras la obra invita al espectador a desentrañar las conexiones simbólicas, creando así un diálogo introspectivo sobre la continuidad de las narrativas femeninas en el tejido del tiempo”.

Para la artista visual María JL Hierro, su obra ‘Recuerdos entretejidos’ “rinde homenaje a una tradición que se desvanece de las mujeres al fresco, buscando capturar la esencia de sus vivencias a través de la representación visual y la reinterpretación artística de cuatro historias únicas y entrañables, encapsuladas cada una en una palabra clave que se transforma visualmente en una composición que simula la textura de un tejido”.

La fotógrafa Clara Carrasco ensalza en su obra “a aquellas mujeres que hicieron y siguen haciendo de tomar el fresco un momento y un espacio propios que pueden o no ser compartidos con los hombres, pero que, de igual manera, les pertenecen; un espacio en el que poder sacar de la casa, de lo privado, aquello personal, individual y familiar y poder socializarlo, contarlo, verbalizarlo”.