McTELE

Nada tan peligroso para la salud como la comida rápida y, para la cultura democrática, el llamado infoentretenimiento, un ecosistema audiovisual de baja calidad, altamente calórica y de acalorados debates tertulianos al modo La Sexta que atentan contra la convivencia y la salud democrática. Tal deriva no es espontánea o accidental, la dialéctica que nos consume resulta de una política de lo peor que ha implantado en España la matriz hegemónica del modelo mamachicho, con la consecuente berlusconización del espacio catódico, lo que explica el caso Ayuso (financiación pública de por medio, como ha revelado Marcos Muñoz en El Público) afectando sobremanera el juego de la comunicación que marca la agenda de los debates con los que nos entre/tienen. Por lo mismo, es previsible que la nueva contrarreforma audiovisual en proceso atente contra los pocos resquicios autónomos de servicio público radiotelevisivo existentes.

La TDT se implantó en España en pleno proceso de desmantelamiento acelerado del Estado del Malestar: en el reino borbónico a más no se pudo llegar. Lo del modelo nórdico estaba bien para pseudosesudos artículos de la revista El Socialismo del Futuro, de Alfonso Guerra, pero no para la práctica. Con esta transformación del sistema televisivo hemos pasado así sin solución de continuidad del NODO, y la RTVE de Franco y sus secuaces, a la McTELE y la comida rápida adulterada para el espíritu nacional sin variar significativamente, lo que no deja de resultar curioso, el llamado franquismo sociológico. Así hoy la caja tonta es el templo ya no de la estupidez sino de la mediación por antonomasia de toda posibilidad de reconocimiento, convertida en agencia matrimonial, consultora pública o agencia de empleo vía formatos como GO TALENT. Pocos analistas sin embargo han avizorado lo que nos viene encima. Quizás solo Bop Pop que ha entendido muy bien el sentido de este lógica del método por la que no es que la televisión hoy sea la escuela paralela, es que el reality show ha remplazado a la educación como instancia de movilidad y ascenso social. El régimen de visibilidad y la nueva economía política de la información personal que vive la generación millenial es el que aprendieron con Belén Esteban, la princesa del pueblo. Otra cosa es el discurso fascista que lo acompaña. Pero para el caso, da lo mismo: la emergencia de las kellys y la gente común en pantalla solo es posible bajo la condición de alimentar el bucle recursivo y asumir la falsa garantía de democratización del espacio público, privatizado como está todo, incluida la calle y el transporte público, en forma de rueda de la fortuna o promoción publicitaria. Cuando los protagonistas de la información del telediario son en más del 60% directivos y de clase alta (no menciono aquí género o raza por resultar obvia la conclusión a la que llegaríamos), la clase obrera tiene apenas un 10 o 15% de presencia, peyorativa como siempre, y en el marco normalizado e instituido en la industria cultural de reclamo singularizado de los concursos y realities en tanto que mano de obra barata al servicio de empresas como ENDEMOL y LA FABRICA DE LA TELE.

En la era de ingeniería social y la sociedad positiva, el Plan Nacional de la TDT puede en esta línea ser considerado un naufragio cultural. Mayor concentración, menos pluralismo, precariedad del sector y homogeneidad de la oferta llevando la lucha de clases por otros medios de representación inenarrables, pues nada cuenta ni nada se espera de esta cultura espectacular. En parte porque el proyecto ha sido pensado por economistas y los secuaces imitadores del capo de Mediaset. En otras palabras, la Agenda Digital es en España más bien un proyecto orientado al consumo y al mercado a lo bienvenido Mr. Marshall. Y aguarden si se aprueba la Ley Calviño del Audiovisual, cuando el 5G se universalice para las comunicaciones móviles y empiece a estar operativo, en el nuevo dividendo digital, un múltiplex Ultra HD en manos de los de siempre. El naufragio terminará ahogándonos en el mar de la contaminación proliferante ya sin posibilidad alguna de salvación. Por ello, ahora más que nunca, en este escenario de la televisión basura cabe volver a ser impertinente, y plantear cosas no evidentes que a uno se le ocurren por pecar de imprudencia o insobornable voluntad partisana. A saber: ¿ Y el cine, y la cultura, y el audiovisual creativo ?. Sabemos que tanto en Bruselas como en Moncloa ni se piensa en ello ni se apuesta por desmontar las bases mediáticas que nos ocupan, salvo como obligación marginal de inversión en la industria europea en virtud de una normativa que ha llegado tarde y no altera la estructura de poder que comanda la matriz colonial de los herederos de Franco en este erial que es nuestro sistema catódico, un espacio feudal que, para más inri, ni es sostenible ni lógico incluso en la propia racionalidad económica imperante, tal y como hoy vemos con la externalización de empresas como Canal Sur. Si sumamos a esto que, no se sorprenda el lector, en medio de la inercia de la destrucción creativa, Ayuso da luz verde a la universidad privada del Grupo Planeta, tenemos el cuadro compuesto para retornar al capitalismo de amiguetes que es el IBEX35.

Clausurada la aventura de la Institución Libre de Enseñanza, y toda tentativa de virtud republicana, la telerrealidad que nos preside promueve de forma proliferante academias privadas para las celebrities, limitándose como sucede hoy toda promesa de movilidad social a una mera cuestión de casting para Gran Hermano a golpe de talonario. En esta dinámica, la producción efímera de audiencias, infieles por naturaleza en la era del mando a distancia que invierte la relación de la telestesia – Dios ha muerto y la caja negra de mi televisor también –abunda en la mercantilización extrema de unos medios mercantilistas de usar y tirar que agudizan como resultado el sentido de la competencia y la individuación del modelo posmoderno de consumo posesivo. A fuerza de la búsqueda del impacto, no sabemos, en fin, si los actores que aparecen en pantalla están infoxicados por la dieta mediática o directamente están posesos, imbuidos por el fragor de la batalla de las mercancías que todo ilumina de oropeles y promesas el mundo que habitamos. Pues, por principio, han de distinguirse y mostrar, por la vía del postureo, que lo que valen es lo que muestran. La posverdad no puede tapar sin embargo lo evidente, la esclavitud del instante y el mercadeo del que son objeto. Como bien dice, con razón, Felipe Alcaraz, cuando los medios callan, los muros hablan. En Buenos Aires, una pintada anónima rezaba: “me engañarás en la nómina, pero no en el trabajo”. La vida fingida en la McTele es, al fin y al cabo, trabajo vivo capturado. El para qué y cómo, en otro capítulo de esta columna.

Por Francisco Sierra Caballero (www.franciscosierracaballero.net). Colección ‘Notas rojas’

Tinto Noticias imparte una charla sobre medios de comunicación en el IES Pablo Neruda

Redactores de este medio abordan aspectos como la independencia de los medios o cómo detectar un fake news

Redactores de este periódico, Tinto Noticias, han impartido una charla sobre medios de comunicación en el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Pablo Neruda de Huelva, concretamente en dos clases de Primero de Bachillerato de este centro educativo de la capital onubense.

La charla ha sido impartida por los redactores Víctor Pineda, director del periódico, y Juan F. Caballero, este último, además, en calidad de presidente de la Asociación de la Prensa de Huelva (APH), quienes han abordado aspectos como la independencia de los medios de comunicación o las relaciones entre estos y el poder político y económico, así como una serie de fórmulas para detectar cuándo una ‘información’ puede ser un bulo o fake news.

Fotografía de Rafael García Rebollo. Alumno de 1⁰ de Iluminación

La actividad ha tenido lugar en las clases de Lengua y Literatura que imparte la profesora del Departamento de Lengua Castellana y Literatura del instituto Susana Pedraza Picón, quien ha destacado la «gran acogida» de la charla. De hecho, ha sido «muy bien valorada» por el alumnado, ha explicado la propia Pedraza, quien además es actualmente la jefa del referido departamento del centro.

La charla se enmarca en el temario de la citada asignatura que imparte Pedraza, que incluye trabajos de investigación sobre diversos aspectos relacionados con esta materia, como ‘El conocimiento de la verdad: fake news y prensa en la era de las redes sociales’, ‘Historia de la prensa’, ‘¿Existe el periodismo libre?’, ‘El derecho a la información y la ética periodística’ o ‘Prensa y poder’, entre otros.

Fotografía de Rafael García Rebollo. Alumno de 1⁰ de Iluminación

Sobre Tinto Noticias

Tinto Noticias es un medio de comunicación digital de Huelva que nació en enero de 2018 como periódico exclusivamente de la Cuenca Minera de Riotinto, tras lo que, en noviembre de 2020, abrió una sección dedicada al resto de la provincia onubense, con lo que ya es un medio provincial más que además cuenta con un servicio extra: dedicar una parte extensa de su producción informativa diaria a una comarca concreta de Huelva, ya que no ha perdido su identidad como periódico de la Cuenca Minera de Riotinto.

 

Fotografías: Rafael García Rebollo. Alumno de 1º de Iluminación. IES Pablo Neruda.

Tinto Noticias amplía su contenido con una sección dedicada a la provincia

El periódico mantendrá su identidad como medio de la Cuenca Minera y aumentará su producción informativa sobre la misma

Tinto Noticias continúa creciendo. Casi tres años después de la puesta en marcha de esta cabecera, que nació el 8 de enero de 2018, el periódico de la Cuenca Minera de Riotinto da un paso más con la ampliación de su ámbito territorial, hasta ahora reducido a la citada comarca onubense formada por los municipios de Berrocal, La Granada de Riotinto, El Campillo, Campofrío, Minas de Riotinto, Zalamea la Real y Nerva.

Una vez consolidado como una referencia informativa de la Cuenca Minera, Tinto Noticias traspasa fronteras y también ofrecerá información diaria sobre lo más destacado que ocurra en el resto del territorio onubense, para lo que, a partir del próximo martes, 3 de noviembre, abrirá una sección dedicada a la provincia.

No obstante, este medio de comunicación mantendrá su identidad como periódico de la Cuenca Minera de Riotinto, hasta el punto de que no solo seguirá centrándose especialmente en esta comarca, sino que también incrementará su producción informativa sobre la misma.

Con este objetivo, Tinto Noticias potenciará todas sus secciones dedicadas a la Cuenca Minera, tanto las más habituales en los medios de comunicación generalistas (Sociedad, Economía, Política, Cultura y Deporte) como las cuatro que también han dado siempre un rasgo identitario a este medio: Patrimonio, dedicada a difundir los encantos patrimoniales de la zona; Con nombre propio, con la que se da a conocer la destacada trayectoria de personas que viven en la zona; Mineros por el mundo, dedicada a personas de la Cuenca Minera que residen fuera de la misma; e Historia, con la que se traen al presente episodios destacados del pasado de la comarca.

Con esta nueva apuesta por aumentar la producción informativa y su ámbito territorial, que supondrá un incremento del personal de este medio, Tinto Noticias no solo responde a la demanda de sus lectores de la Cuenca Minera de Riotinto, que también reclaman informaciones de interés del resto de la provincia, sino también a la demanda creciente de sus cada vez más lectores de otras zonas de la geografía onubense, que también tienen a Tinto Noticias como una de sus cabeceras de referencia.

Informar en tiempos revueltos

El nacimiento de un nuevo medio de comunicación siempre supone un motivo de alegría y de esperanza. Al menos así debería de ser, pienso yo, por las infinitas posibilidades que trae consigo de la mano.

En este caso, además, supone una doble alegría porque con este proyecto recién comenzado se dará voz a una de las zonas más olvidadas de nuestra provincia, la Cuenca Minera de Riotinto, que lejos del glamour vacuo de otras zonas onubenses, se erige como un baluarte cultural, turístico e histórico, cuna de pintorescas personalidades pasadas y futuras…

Una «mina», que si bien no de oro, brilla, por sus propios méritos, con una luz cegadora.

Al menos así lo veo yo, hijo de esta tierra, y me mantengo firme en la esperanza de que, gracias a este medio, a esta plataforma digital, Tinto Noticias, todos descubráis la actualidad, el pasado, las fiestas e idiosincrasia, la gente y sus problemas, las injusticias, el sufrimiento y la opinión de todos los que crecimos en esta tierra. Entre otras muchas cosas.

Y para dar mi opinión estoy yo aquí, y estaré de vez en cuando. Para eso me han invitado amablemente, para buscar temas interesantes sobre los que volcar mi punto de vista con la única idea de abrir debate, de remover dentro de vosotros los engranajes de la lectura crítica: dudando de lo que digo, evaluándome y formando vuestra opinión.

Porque nada de lo que aquí yo diga será una verdad absoluta.

No vengo a informar. Para eso está Tinto Noticias.

No está de más tener esos conceptos claros.

Y es que vivimos en un tiempo en el que informar, pero informar bien, cada vez es menos rentable. No más difícil, no, supongo que la dificultad es la misma o, incluso, debería ser menor, debido a la globalización de los medios de comunicación y la mayor accesibilidad tanto a los datos como a las fuentes.

Pero es menos rentable, y eso es así porque hoy la gente no hace click en noticias veraces, sino en noticias sensacionalistas. No busca la verdad, sino la intriga, el chisme, el conflicto…

El negocio de la información, cada día se parece más a un circo.

Noticias sin contrastar que a los dos minutos se desmienten, noticias a priori falsas que pasadas las horas se confirman, imágenes viralizadas a las que se les da credibilidad en medios aparentemente fiables y con cierto prestigio, un aluvión de memes, de documentos falsos o fakes, de cadenas de mensajes creando alarma, malintencionadas…

La era de la posverdad. O de la patraña de toda la vida, pero en términos modernos, camuflado bajo un lenguaje elegante y eufemístico.

Empezó siendo algo marginal, una cosa de determinadas webs poco profesionales y algunos mails basura que quedaban en la carpeta de spam… Pero hoy, con el boom de YouTube o WhatsApp, con la inmediatez del mensaje o el vídeo, con la fiebre de lo viral y con lo rentable del click y el botón de compartir para determinados sitios del ciberespacio, hoy ya se suben al carro de la posverdad hasta rotativos serios en sus versiones digitales, hoy ya nadie es capaz de distinguir qué es verdad y qué no lo es. Nadie. Pero tampoco interesa.

Informar en tiempos revueltos.

En tiempos de amarillismo descontrolado.

De creer lo que cada uno quiere creer, sin importar lo que pasó de verdad.

Ardua tarea.

Mi más sincera enhorabuena a los compañeros de Tinto Noticias por hacerlo posible. Y suerte, de verdad.
O mejor: suerte y verdad.

Seguiremos opinando.

¡¡¡Ha nacido un nuevo medio de comunicación!!! ¡¡¡Ha nacido un nuevo medio de comunicación!!!

Ya no se grita en la calle la publicación de un periódico, no hace falta que un niño vocifere las noticias, la gente piensa que está sobradamente instruida. Pero hoy día, la información es un bien escaso, ya se habla como si fuera de un recurso natural, como el agua, el aire o el mineral.

En estos tiempos de mentiras y posverdad, la gran noticia es que hay quien pelea por saber y contar la verdad, quién desea que la información no esté adulterada, quien, en suma, busca el parnaso de las crónicas y las reúne en un nuevo periódico, TINTO NOTICIAS.

Y se hace de forma libre, sin presiones, sólo por informar, de forma desinteresada, dedicando muchas horas a dar a conocer lo que acontece en esta mágica tierra, sin más recompensa que el trabajo bien hecho.

Por eso, hay que hacer un alegato en pro del periodismo. Hoy, que tantas noticias falsas se envían para influenciar en las emociones de las personas; hoy, que la información se ha convertido en un arma bélica utilizada para hacer daño como ninguna otra en la historia; hoy, que es tan fácil difundir infamias sin ningún pudor, es más necesario que exista el PERIODISTA, con mayúsculas, la persona que busca la verdad, que contrasta las noticias, que filtra lo que no es aceptable por estar sin verificar, el que desea purificar las noticias que ya surgen adulteradas casi antes de nacer.

Un medio, TINTO NOTICIAS, de su tiempo, publicado en digital, en una red internet que todavía es universal y libre, aunque algunos ya quieren hacerla de clases (usuarios rápidos y lentos, de pago y gratuito, de ricos y pobres). Un periódico que desea mejorar su entorno, que busca perfeccionar una tierra que necesita atesorar sus propias noticias, contar con un cobijo para las musas, donde los muchos escritores y poetas que brotan de esta cuenca minera puedan pregonar lo que aquí pasa.

Por eso, la noticia es que tenemos noticias y que hay quién las cuente, felicitémonos todos, larga vida a “TINTO NOTICIAS, El periódico de la Cuenca Minera”.

Francisco José Martínez López, catedrático de la Universidad de Huelva

Amaneceres

Siempre es buena noticia que se ponga en marcha un medio de comunicación; pero si, además, ese medio se encarga de retratar e interpretar tu entorno más cercano, la alegría es doble.

Cuando me brindaron la oportunidad de colaborar con este medio que hoy amanece, ni me lo pensé. Para alguien que se ha criado con el “Unidos laboramos” de su escudo por bandera, no cabía otra respuesta. Desde esta plataforma digital, mi deseo es aportar mis humildes opiniones, con una perspectiva libre, que no libérrima, y con la oportunidad arbitraria que requieran la realidad y el presente, en su anchura temporal y espacial que un mundo interconectado permite. Pues hoy más que nunca tiene vigencia el “efecto mariposa”, el que nos recuerda que el leve aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo. O, si se quiere, y algo más pesimista, como decía el tango “Cambalache”, el que nos esconde que, en el fondo, todos estamos “en el mismo lodo, todos manoseaos”.

La diferencia, la singularidad, lo que nos hará mejores ciudadanos y mejores personas es precisamente la correcta interpretación de esa realidad caótica y tiranamente democrática que nos esclaviza, que nos iguala a todos aplastándonos. El periodismo ayuda a ello. Nos guía, nos pone luces en el camino, ensancha el embudo reduccionista. Y para ello, hay que ir a las buenas fuentes, a los genios que sembraron dudas, que removieron conciencias, que deshojaron la cebolla y nos enseñaron sus capas más profundas. Quevedo, Montaigne, Larra, María Zambrano, Umbral, Pérez-Reverte… Los nortes, las referencias, los eternos amaneceres de la palabra comprometida.

El periodismo sin compromiso es mal periodismo. Pero, y aquí está el quid de la cuestión, ese compromiso debe provenir de la libertad de pensamiento. No debe ser un compromiso interesado, orquestado desde algún poder político, social o económico. El único compromiso es para con los lectores y las lectoras. Y se entrega, se escribe no como quien da una limosna al pobre, sino como quien ayuda a sus iguales. Mirándolos de frente, a los ojos. Unos ojos que miran juntos al amanecer, describiendo sus colores, interpretando las siluetas en el horizonte.

Ese será mi propósito cuando escriba para ustedes. Ni más ni menos. Sin obligaciones personales, pero con responsabilidades colectivas. Pues mi pueblo, mi comarca merecen todo el respeto que pueda poner en juego. Porque la historia, nuestra historia, merece que el presente y el futuro le devuelvan al menos un ápice de su brillo y de su altruismo. Quid pro quo. Que nuestro pasado se convierta en una ventana al futuro, en un nuevo amanecer de unos pueblos que tiraron de la locomotora onubense, andaluza y española durante muchísimos años.

Pero ya habrá tiempo para tales exigencias. Por ahora, déjenme que celebre el amanecer de este periódico digital. Y, si quieren, súmanse a esta celebración. Brindemos con vino tinto, reguemos nuestra felicidad con las aguas caleidoscópicas de nuestro río más emblemático. El que recorre el subsuelo y la superficie de nuestras castigadas venas. El río que amanece cada día en la tierra que nos vio nacer.

José Enrique Santana, licenciado en Filología Hispánica